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Los alumnos de la ULL harán todos los exámenes antes de acabar el mes de julio

Dos grupos claustrales de profesores y otros tantos de estudiantes logran aprobar en el Pleno del Claustro la eliminación de la convocatoria que se celebraba en septiembre

Rosi Aguilar, en el centro de la imagen, presidió el Claustro celebrado en el Aula Magna del campus de Guajara. | | E.D. E. D.

Los alumnos de la Universidad de La Laguna ya no podrán dejar exámenes para septiembre y esa alternativa se traslada a julio; aunque, eso sí, con las mismas pruebas para lograr aprobar las asignaturas o mejorar la nota. Así se acordó en el Pleno del Claustro del centro académico celebrado en la mañana de ayer y que presidió la rectora Rosi Aguilar, donde el citado asunto, el llamado “artículo 101”, fue el verdadero protagonista. Este fue el único punto que generó debate, polémica y discrepancias en la reforma de los estatutos de la institución, después de que no fuera posible llegar a un consenso en las sesiones que sirvieron para definir el nuevo marco normativo de la Universidad. Después de 17 años, la Universidad de La Laguna dispone de nuevos estatutos y, con ellos, deja de ser de los pocos centros universitarios de España que todavía conservaban exámenes en septiembre. Ayer vencieron las propuestas defendidas por la rectora, Rosa Aguiar.

La eliminación de las pruebas después de agosto y el traslado de la convocatoria a julio fue defendida por los grupos claustrales Renovación Convergente (RC) y Red de Participación de la Universidad de La Laguna (Redull), ambos de profesores, así como dos colectivos de estudiantes, como son Grupo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna (Geull) y Libertad Estudiantil (LE). Obtuvieron mayoría absoluta con 129 votos. Defendieron un sistema de evaluación continua e indicaron que los estudiantes tendrán derecho a tres evaluaciones en el marco de dos convocatorias oficiales antes de finales de julio. Su objetivo pasa por que los alumnos no pierdan opciones de evaluación, pero que, a la vez, la finalización de un curso y el inicio del otro no se solapen en septiembre, lo que genera problemas de carácter administrativo.

Diecisiete años después, el centro académico se dotó de nuevos estatutos de funcionamiento

El Programa Alternativo de Profesorado (PAP) defendió la idea de dos convocatorias: una primera, con evaluación continua a lo largo del curso y en el caso de no superarse un examen final, así como una segunda convocatoria con el examen final (o recuperación) en julio. Logró 63 votos. Y la Asamblea Canaria de Estudiantes (ACE) logró 20 votos, tras defender encarecidamente el mantenimiento de los exámenes en septiembre, con tres convocatorias, tanto para las materias anuales como para las cuatrimestrales. El portavoz de Libertad Estudiantil (LE) llegó a comparar a los representantes de ACE con los «terraplanistas», por su negativa a aceptar la reforma y que los exámenes se concentren antes de acabar julio. De hecho, acusó a la Asamblea Canaria de Estudiantes de realizar «un ejercicio de irresponsabilidad» con su postura.

El representante de ACE realizó una intervención en la que defendió una universidad que sea pública, gratuita, con perspectiva de género o con equidad, que haga posible «el ascenso social» de quienes pertenecen a las familias con menos recursos. También apostó por «el cese de las privatizaciones» de servicios en la institución académica. Otra de las críticas planteadas desde la citada asamblea estudiantil fue que las instalaciones de la Universidad de La Laguna se quedaron «en el siglo pasado».

Explicó que, a lo largo de una década, la defensa de los exámenes en septiembre no ha conocido de ideas ni de grupos estudiantiles. También se refirió a Libertad Estudiantil para explicar que en «campaña prometieron» que defenderían los exámenes en septiembre. Sobre el cambio de postura de dicho grupo claustral, ACE señaló que «la presión» de los colectivos de profesores han tenido que ser muy fuertes. Para la Asamblea Canaria de Estudiantes, «los alumnos con menos recursos pagarán los platos rotos» con el nuevo calendario. En su opinión, con los exámenes después de agosto, parte de los estudiantes tenían más tiempo para preparar las pruebas y algunos planificaban hacerlas, directamente, en septiembre. Con los nuevos estatutos, según ACE, no será fácil aprobar un examen dos semanas después de haberlo suspendido.

Otra de las voces críticas fue la del portavoz de PAS en Acción, (personal administrativo y de servicios), quien criticó que los votos de los profesores valgan tres veces más que los del resto de empleados de la Universidad. Denunció que los avances en la ULL son muy lentos y que las mejoras son de carácter formal y que la composición de órganos no se modifica.

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