Canarias sufrirá este fin de semana un ligero aumento de sus temperaturas que, sin embargo, no será tan significativo como la incidencia de la humedad que ya muchos rincones de las Islas están sufriendo. Las temperaturas no pasarán de los 30 grados en prácticamente ningún punto del Archipiélago, como explica el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet ) en Canarias, David Suárez. Sin embargo, al haberse debilitado el anticiclón de las Azores –que es uno de los actores principales implicados en el clima canario– , también ha decaído la velocidad con la que soplan los vientos alisios, provocando que la humedad relativa crezca de manera importante.

«Estamos rodeados de mar, así que es lo normal», señala Suárez, que remarca que no hay previsión para elevar el nivel de aviso a amarillo al menos en lo que queda de semana. «La próxima semana hay previsión de que las temperaturas puedan aumentar ligeramente, y ahí podríamos pensar en poner algún aviso», adelanta el meteorólogo, aunque incide en que esto no ocurrirá, en todo caso, antes del martes o el miércoles que viene.

De hecho en el día de ayer las temperaturas máximas solo superaron los 30 grados en algunas estaciones concretas como la del Aeropuerto de Lanzarote que registró 30,3 grados. El Llano de los Loros, en La Laguna, Tenerife, fue la segunda estación con una temperatura más alta (30,7 grados), seguido de Tazacorte en La Palma (30,3) y Vallehermoso, en La Gomera (30,2 grados)

A consecuencia del anticiclón

La sensación de bochorno que están viviendo los canarios estos días sucede a consecuencia de un cambio de lugar del anticiclón de las Azores –se ha ubicado hacia el oeste– y su debilitamiento. Y es que el anticiclón de las Azores condiciona la dirección del viento en las islas generando un flujo constante del noreste siguiendo el curso marcado por las isobaras. En otras palabras, es el que condiciona el régimen de los Alisios, que estos días, por su debilitamiento y cómo se ha alejado de Canarias también está soplando más levemente.

Cabe recordar que el Anticiclón de las Azores es una estructura climatológica muy constante durante el verano –lo que produce que la mayoría de días sople el Alisio–. En el invierno, sin embargo con el comienzo de las borrascas atlánticas y otro tipo de actividad similar, oscila de norte a sur. «Aunque la temporada de ciclones y huracanes comenzó el 1 de julio, en el Atlántico empezará a notarse en los próximos meses, especialmente en los meses de septiembre y octubre», remarca el investigador. En estos meses es cuando hay más posibilidades de que estos ciclones se acerque a las Islas.

De hecho, en estos momentos hay tres estructuras en el Atlántico que influyen en la variación de los vientos, una es el huracán Ida, que está afectando a toda la costa este de Estados Unidos, dejando imágenes como la de inundaciones nunca antes vistas en Nueva York; la depresión tropical Kate y la tormenta tropical Larry, al oeste de Cabo Verde, que puede que en pocos días se convierta en un huracán. «Todas estas estructuras generan más incertidumbre que de costumbre en los modelos climáticos», señala Suárez, que remarca que suele ser algo habitual en esta época del año en Canarias.