Casi cuatro muertes diarias –y más concretamente 3,61– se han producido durante el último mes de agosto en Canarias, a pesar de la vacunación y de encuadrar a las islas capitalinas en el nivel más alto de riesgo. En enero, el mes negro de la pandemia, esta cifra fue tan solo algo mayor, de 3,67 fallecimientos diarios. Con esta pequeña diferencia no es de extrañar que el mes de agosto se haya alzado como el segundo peor de toda la pandemia en Canarias, registrando un total de 112 fallecimientos, a tan solo dos defunciones de diferencia de las 114 que se registraron en enero.

El escenario en el que esto ocurre es, sin embargo, es muy diferente al de principios de año. Agosto comenzó con un 61,3% de la población diana –aquella de más de 12 años– con la doble protección de la vacuna frente al coronavirus. A principios de enero apenas se había vacunado a 5.159 personas y la campaña estaba restringida a las personas más vulnerables, los mayores de las residencias de Canarias. Pero, a su vez, la incidencia fue dos veces menor que durante esta quinta ola. Entre agosto y julio se han detectado 30.989 casos de coronavirus. Entre diciembre del año pasado y enero sumaron 14.444, la mitad.

En el día de ayer se produjeron tres nuevos fallecimientos: dos en Tenerife de 94 y 70 años y otro en Lanzarote de 60. Los tres padecían patologías previas y, salvo el de 94 años, permanecían ingresados en el hospital. El ritmo diario de muertes ha ido aumentado en el mes de agosto hasta llegar a su pico la semana pasada, cuando se registraron 4,4 muertes diarias de media. Esta última semana, no obstante, el número de fallecidos ha descendido en picado, reduciéndose hasta prácticamente la mitad (2,8 muertes al día).

Mientras desciende el ritmo de los fallecidos en Canarias, la bajada de contagios que lleva un mes produciéndose también se está manifestando en los ingresos hospitalarios. En la jornada de ayer se redujo la presión asistencial en 10 pacientes, lo que generó que el número de pacientes ingresados por covid-19 se redujera a 438, de los que 70 se encuentran en UCI. Por islas, Tenerife sigue albergando la mayor presión hospitalaria, pues el número de pacientes ingresados supone el 70% del total del Archipiélago. Concretamente, la isla cuenta con 303 pacientes ingresados que, por otra parte, supone una reducción del 17,44% con respecto a principios de mes.

Gran Canaria también ha rebajado su nivel de estrés hospitalario hasta alcanzar los 126 ingresos hospitalarios, un 18,7% menos que a principios de mes. En las islas menores la presión hospitalaria debido a la covid-19 es residual. La Palma y Fuerteventura cuentan ambos con dos pacientes hospitalizados, Lanzarote con tres, y La Gomera y El Hierro con uno.

Con respecto al ritmo de contagios, en toda Canarias se encuentra en los niveles más bajos desde finales de junio. En la última semana se han constatado un total de 1.310 casos de coronavirus en todo el Archipiélago de los que 625 se han dado en Tenerife (47%), 509 en Gran Canaria (38%), 85 en Fuerteventura (6,4%), 72 en Lanzarote (5,4%), 13 en La Palma (0,99%), 6 en El Hierro (0,45%) y 5 en La Gomera (0,38%). Asimismo, el número de contagios se reduce un 30% con respecto a la semana previa, lo que supone la consolidación de la bajada de la curva epidémica en todas las Islas. Esto último también se está manifestando ya en los casos activos que, después de un mes por encima, ha bajado hasta los 13.073 activos.