Afrontar cada año el regreso a las aulas es un quebradero de cabeza para las familias. A apenas unas semanas para que arranquen las clases en Canarias, los establecimientos comerciales ya lucen con el temido slogan: "Vuelta al cole" .

Si ya cada curso el hacer frente a la casi interminable lista de material, uniformes, libros de texto y ahora tablets se hace cuesta arriba, en esta ocasión se suma al gasto la subida de la inflación, un parámetro que hará que los gastos sean aún mayores.

Según los últimos informes, se calcula que la inversión en productos generales de papelería ha subido en torno al 23%, el aumento más elevado de cara al regreso a los colegios. Algo más asumible es el incremento en libros, de en torno al 1,5%, aunque sumando todas las compras puede dispararse como nunca.

Es, por tanto, un buen momento para recurrir a algunos de los trucos habituales de padres y madres, así como a los consejos de las asociaciones de consumidores, ampas y libreros.

Entre las recomendaciones, estas son las más recurrentes:

  1. Planificar un presupuesto. Si se tiene en cuenta el máximo de gasto desde un inicio, es más fácil evitar compras compulsivas. Para ello además es recomendable elaborar un listado con los productos que son necesarios, tanto los incluidos en las temidas listas de material del colegio como los que la propia familia detecte de cara al nuevo curso escolar.
  2. Elaborar una lista. Asgeco aconseja elaborar una lista de los productos que se vayan a necesitar para no dejarse llevar por las ofertas que fomentan el consumo masivo.
  3. Revisar lo que se tiene. Curso nuevo no tiene por qué implicar estrenarlo absolutamente todo. La Asociación General de Consumidores (Asgeco) aconseja comprobar si aún se tienen útiles o ropa de años anteriores y si están en buen estado de conservación para utilizarse en el nuevo curso.
  4. Comparar precios. Los colectivos de usuarios animan a los consumidores a comparar las ofertas entre los diferentes tipos de establecimientos comerciales con el fin de encontrar el mejor producto al menor precio. Las diferencias de precios según el establecimiento pueden llegar a ser notables.
  5. Aprovechar las ofertas. Durante las fechas previas al regreso a las aulas es frecuente ver anuncios de ofertas, rebajas y descuentos en los productos escolares. No obstante hay que tener cuidado con las promociones y revisar si realmente mejoran los precios que ofrecen otros establecimientos. En el caso de los libros de texto, suelen ser más económicos en las grandes superficies y se puede llegar a ahorrar hasta un 25%.
  6. Plataformas de intercambio. En los últimos años han proliferado diversas iniciativas que favorecen el trueque de ropa, libros y material escolar. Este tipo de consumo colaborativo suele suponer un importante ahorro pero hay que tener cuidado con el estado del producto que se ofrece.
  7. Segunda mano. Diferentes apps de venta de segunda mano e incluso perfiles específicos en redes sociales detectan durante el verano un aumento de inclusión de productos escolares, especialmente libros de texto y manuales escolares y que pueden ser una solución para la adquisición a buen precio. Como con las plataformas de intercambio, es conveniente cerciorarse del estado del producto.
  8. Compras escalonadas… y sin niños. Dividir las salidas es una ventaja para el bolsillo, primero porque permite escalonar los gastos y segundo porque sirve para comparar precios. Además, en el caso de la ropa hay que tener en cuenta que las tallas pueden variar, por lo que es mejor dejarla para el final. Eso sí, siempre es mejor que las compras se realicen sin los propios niños y niñas para evitar caprichos que puedan suponer un gasto mayor.
  9. Informarse sobre las ayudas. Las familias deben tener en cuenta que muchas administraciones tienen abierta una línea de ayudas para hacer frente a los gastos escolares. En el caso de Canarias, entre las subvenciones de la Consejería de Educación destaca el programa de uso gratuito de libros de texto, que ofrece a las familias con menos recursos una ayuda para paliar el gasto en función de los ingresos. 
  10. Prever imprevistos. En lo que se refiere sobre todo a la ropa, hay que tener en cuenta que los escolares especialmente los más pequeños son propenso bien a estropearla o bien a que se les quede pequeña a lo largo del curso. Por ello es mejor tener previsto esta circunstancia y no hacer todo el desembolso desde el inicio: a veces es mejor comprar una segunda 'muda' una vez avanzado el año escolar.