Son muchos los personajes LGTBI que han marcado el devenir de la humanidad pero su orientación sexual ha pasado desapercibida o sencillamente ha sido borrada de la historia. "Es algo que pasa muy de puntillas, que no se toca mucho. También porque falta mucha documentación sobre el tema", cuenta a este periódico Irene Frías. 

Esta historiadora subraya las diferencias entre las sucesivas épocas históricas: "En la Edad Media se impone la moralidad y sobre todo la confección de la familia hombre-mujer, destinada a la reproducción, por lo que no queda constancia. En la Grecia Antigua nunca se habla de homosexualidad, sino de ‘philias’ que se daban entre hombres mientras que en la época victoriana era consentida en secreto pero la sociedad era muy rígida de cara a la galería", narra. Para Frías sí existe un patrón común: la invisibilización de las lesbianas.

"Es algo que ya describe el antropólogo Marvin Harris en su libro Nuestra especie, de la poca documentación que hay, la mayoría es de relación entre varones, las relaciones lésbicas parece que no existen", dice. "Por ejemplo, de la Grecia Antigua apenas tenemos datos por algunos poemas de Safo a sus discípulas. Esto viene por el rol pasivo en el que siempre se ha situado a la mujer", añade. Frías remarca después el contraste en la época victoriana entre Virginia Woolf y Oscar Wilde: "Mientras Woolf no escondió tanto su relación con la escritora Sackville-West, Wilde, que tenía una imagen de hombre casado con hijos, sufrió un escándalo y fue condenado por sodomía", describe. "Una vez más ocurre que entre mujeres la relación ni siquiera entra en consideración. Pero son prácticas que a día de hoy ocurren en muchos países. En ciertas zonas de Latinoamérica (continente en el que ha vivido) ser hombre homosexual es lo peor, pero ser lesbiana ni se concibe", remacha.

Esta discriminación se ha dado históricamente también dentro del colectivo LGTBI: "Como feminista, es algo que me llama la atención, cómo el lesbianismo se ha quedado muy atrás y el protagonismo ha sido para los hombres", dice. "Queda mucho por hacer, sobre todo en esa rama", sentencia.

Algunos nombres

Safo de Lesbos (650/630 a. C. – 580 a. C.)

Nacida en la isla griega de Lesbos, de ella se cree que se acuño el término lesbiana para definir a una mujer homosexual. Prolífica poeta, Safo de Mitilene fue catalogada como “la décima musa” por su obra. Fundó la Casa de las servidoras de las Musas (Thiasos), donde acudían muchachas nobles.

Alejandro Magno (356 a. C. – 323 a. C.)

Alejandro III de Macedonia es considerado uno de los genios militares más grandes de la historia, al conquistar en un corto periodo de tiempo buena parte de las tierras del Mediterráneo hasta llegar a Asia Central. Alejandro no dejó herederos. Quizás porque su gran amor nunca fue una mujer, sino Hefestión, un noble y su hombre de confianza.

Cristina de Suecia (1626-1689).

Su reinado abarca desde los años 1632 hasta el 1654 y estuvo caracterizado por el desarrollo de la vida cultural. Protectora de las artes y mecenas, Cristina era considerada una reina intelectual. Apasionada de los idiomas, Cristina también se interesó por la astronomía, la historia o la filosofía. No dejó heredero.

Karl Heinrich Ulrichs (1825-1895)

Este activista alemán es considerado el pionero del movimiento por los derechos de las personas LGTBI. Juez, tuvo que dejar su carrera cuando un colega descubrió su homosexualidad. Desde entonces se consagró a luchar por la igualdad. En 1867, en el Congreso de Juristas de Múnich, defendió la igualdad de derechos para los homosexuales.

Oscar Wilde (1854-1900).

El célebre dramaturgo sufrió un proceso judicial iniciado por el padre de Lord Alfred Douglas, que le acusó de sodomía por la relación que mantenía con su hijo. Declarado culpable, cumplió una condena de dos años de trabajos forzados y no volvió a ver a su esposa ni a sus hijos. A Douglas le dedicó ‘De Profundis’.

Virginia Woolf (1882-1941).

Se dice que su novela ‘Orlando’ es una carta de amor a otra escritora, Vita Sackville-West, abiertamente bisexual y con quien se dice que mantuvo un intenso romance. El icono feminista por ‘Una habitación propia’ estaba casada con Leonard Woolf.

Lili Elbe (1882-1931).

Esta artista danesa fue la primera persona conocida que se sometió a una cirugía para cambiar su sexo. Especializada en pinturas de paisaje, fue una pintora de notable éxito en su tiempo. Acompañada por su esposa, la también artista Gerda Wegener, inició su transición. En 1930 se sometió a su primera cirugía y consiguió su cambio legal de nombre y de sexo.

Eleanor Roosevelt (1884-1962).

Esta primera dama estadounidense, esposa del presidente Franklin D. Roosevelt, tuvo una relación estrecha con la aviadora Amelia Earhart y un romance con la periodista Lorena Hickok, con la que intercambió casi 4.000 cartas. Eleanor dirigió el comité que redactó el borrador de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Josephine Baker (1906-1975).

Artista polifacética y espía contra la Alemania nazi. A esta afroamericana bisexual se le considera la primera vedette internacional. Aprovechaba sus actuaciones frente a los soldados alemanes para facilitar información a la resistencia francesa. De vuelta en Estados Unidos, luchó contra la segregación racial.

Simon Nkoli (1957-1998).

Activista antiapartheid en Sudáfrica, también luchó por los derechos de los homosexuales y contra el VIH/Sida. Organizador de la primera Marcha del Orgullo en Johannesburgo, hizo campaña para que el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela incluyera la protección contra la discriminación en la Constitución sudafricana de 1994.