Pocos delincuentes han dejado tal reguero de horror en la historia de Canarias. El Jala, también conocido como El asesino de la Pensión Padrón, se enfrenta a un segundo juicio por asesinato después de acumular 33 antecedentes penales y policiales muy graves. José Antonio Luis Aguiar El Jala, tinerfeño de 46 años que cumple desde 2013 una condena de 17 años en el centro penitenciario de Tenerife II por asesinar al exmilitar Ángel Bermejo en la Pensión Padrón de Santa Cruz de Tenerife a principios de 2010, afronta ahora otros 25 años de prisión por asesinar presuntamente a su novia, Adoración V. R. Lo haría, según el informe policial, en la misma habitación (306) de la Pensión Padrón y solo unos meses antes del caso Bermejo, a finales de junio de 2009.

La Fiscalía de la Audiencia Provincial considera en su escrito de acusación, que adelantó ayer Radio Club Tenerife, que El Jala empleó «una fuerza brutal» y golpeó «con crueldad» y «saña» a su novia, «causándole un gran dolor y sufrimiento que no eran necesarios para causarle la muerte». Con sus golpes con un objeto contundente y sus propias manos, José Antonio le rompió cuatro costillas por ambos lados, el maleolo del peroné izquierdo y un hueso de la nuca. El ministerio público considera que hay pruebas suficientes para condenarlo a 25 años de prisión y al pago de 300.000 euros por un delito de asesinato, catalogado como violencia machista, con las agravantes de alevosía, ensañamiento y parentesco.

Unos escenarios truculentos

La Fiscalía, en base a los informes policiales, describe unos hechos tan truculentos y sombríos en la muerte de Adoración como en los que ya habían llevado a El Jala a la cárcel por el asesinato de Ángel Bermejo. Adoración, además, no tuvo la más mínima oportunidad de defenderse. Padecía una minusvalía física del 90% que le suponía una gran limitación de movimiento. Aunque la Policía Nacional sitúa el presunto asesinato de Adoración apenas unos meses antes que el de Ángel, resolvió primero el del hombre porque encontró mucho antes los restos.

Los hechos se remontan al año 2006. Tal y como relata la Fiscalía en el escrito adelantado por la SER en Tenerife, José Antonio Luis Aguiar es condenado el 27 de noviembre de 2006 a tres años de cárcel por un delito de lesiones al agredir a Adoración, con la que mantenía una relación sentimental. Al poco tiempo, ambos coinciden en la cárcel al ser ella condenada por un delito contra la salud pública. Durante su estancia en Tenerife II, entre 2007 y 2009, «pese a los antecedentes indicados», ambos mantienen la relación sentimental. De hecho, disfrutaron de varios vis a vis en las propias instalaciones penitenciarias del municipio tinerfeño de El Rosario. Adoración ayudaba económicamente a José Antonio. Él carecía de «todo ingreso», mientras ella percibía dos pensiones contributivas, detalla el ministerio público.

‘El asesino de la Pensión Padrón’ afrontaotro juicio acusado del crimen de su novia

El 7 de abril de 2009, José Antonio abandona Tenerife II tras cumplir la pena. Dos meses después, el 19 de junio, lo hace Adoración. Él la espera por fuera de la cárcel y la invita a compartir una habitación en la Pensión Padrón, en la Avenida Islas Canarias de Santa Cruz de Tenerife, donde se alojaba. Ella acepta. Ambos se hospedan en la habitación 306. José Antonio sigue manteniendo como único sustento el dinero que recibe de Adoración. El último ingreso bancario es de 400 euros el 22 de junio de 2009. Unos días después –la investigación no ha determinado exactamente cuándo–, como consecuencia de una discusión, Adoración comunica a José Antonio que quiere romper la relación, con lo que también dejará de darle dinero.

Es entonces cuando José Antonio responde con «una violencia brutal y cruel». Los fuertes golpes que recibe la mujer con un objeto contundente –no se precisa cuál– y las propias manos de El Jala le provocan un shock traumático. Pero no satisfecho con ello, la estrangula hasta romperle un hueso de la nuca, siempre según la tesis de la Fiscalía. El delincuente espera varias horas, limpia la habitación, fotografía el cadáver con un teléfono móvil, envuelve el cuerpo en sábanas y lo introduce presuntamente en dos petates que Instituciones Penitenciarias le había entregado al abandonar Tenerife II. Una vez se percata de que no hay nadie en la recepción de la pensión y en horas de la noche, El Jala abandona el establecimiento y se dirige, cargado con las maletas, al cercano Barranco de Santos, donde busca una cueva. Allí deja semienterrado el cuerpo de Adoración, detalla el escrito de acusación.

Más de tres años después, el 18 de julio de 2013, la única hija de Adoración presenta una denuncia ante la Policía Nacional por la desaparición de su madre. Había pasado solo un mes de la detención de José Antonio por otro asesinato, el de Ángel Bermejo en la misma Pensión Padrón. Con El Jala en prisión preventiva, el cuerpo de seguridad abre una investigación. Pero las pesquisas no avanzan. Hasta que llega el jueves 7 de julio de 2016, ya con José Antonio cumpliendo la condena firme por asesinato en Tenerife II. Unos vecinos de la capital tinerfeña que pasean a sus perros se topan con dos petates extraños en la base de los pilares del puente Javier Loño, en pleno Barranco de Santos. En su interior encuentran restos humanos. Llaman rápidamente a la Policía, que se desplaza al lugar para corroborar los hechos. Los agentes abren una investigación: efectivamente, en el interior de las maletas aparece el cuerpo de una mujer ya esqueletizado.

Quedan restos suficientes, no obstante, como para comprobar que se trata de Adoración V. R., la novia de José Antonio Luis Aguiar, que llevaba siete años desaparecida. Los agentes abren diferentes líneas de investigación hasta que aparece la prueba definitiva. En la inspección de la habitación 306 de la Pensión Padrón realizada por la Brigada de la Policía Científica, durante la investigación del asesinato de Ángel Bermejo, aparecieron unos restos de sangre sobre la cabecera de la cama. No eran de este hombre ni de su asesino, El Jala. Pertenecían más concretamente a una mujer. Al revisar el archivo, los agentes comprueban que el ADN coincide con el de Adoración.

‘El asesino de la Pensión Padrón’ afrontaotro juicio acusado del crimen de su novia

Un amplio historial delictivo

A José Antonio se le comunica en prisión que queda detenido por el asesinato de su novia. Lo confirma la Policía Nacional el 23 de septiembre de 2019. Con ello se abre un procedimiento judicial que acaba de dar el paso previo a la fijación del día del juicio: el escrito de acusación de la Fiscalía. En el documento se enumeran las 13 condenas penales que acumula este tinerfeño: asesinato, robo con violencia, atentado y lesiones, hurto, maltrato en el ámbito de la violencia machista (3), quebrantamiento de condena (3) y lesiones en el ámbito familiar. Un juicio determinará si a este amplio historial delictivo se suma otro delito de asesinato, este con alevosía y ensañamiento, en el caso de Adoración, por el que la Fiscalía pide 25 años de cárcel.

«Muy frío», «calculador», «con comportamientos psicópatas». Así describieron a José Antonio Luis Aguiar los investigadores del asesinato de Ángel Bermejo, según señala la sentencia que lo declaró culpable, dada a conocer el 26 de enero de 2013. Los huesos del exmilitar fueron encontrados por la Policía Nacional el 25 de agosto de 2010 entre los colchones de la cama de la habitación 302 de la Pensión Padrón. En el juicio se demostró que el crimen se había producido a principios de ese año en la habitación 306 y que El Jala trasladó los restos de Bermejo a la habitación 302, en la que el cadáver se descompuso durante meses. Algunas personas frecuentaron esa habitación sin percatarse o avisar de que allí había un muerto. Hoy, la Pensión Padrón está cerrada.

Arriba, José Antonio Luis, en 2013 en el juicio en Santa Cruz que lo condenó a 17 años de cárcel por el asesinato de Ángel Bermejo en la Pensión Padrón. Sobre estas líneas, los petates donde apareció el cuerpo de la novia de José Antonio y la policía inspeccionándolos en el Barranco de Santos, en 2016