Desde su taller en Puerto de la Cruz, María Díaz (con Marco Marrero trabajando a sus espaldas) señala en una entrevista que justo este mes tienen «más lío» que nunca porque las bodas han estado suspendidas durante tanto tiempo debido a las restricciones de la pandemia que ahora se están acumulando.

Es la otra cara de un año de «ciencia ficción» que produjo «un toque de ansiedad» porque no poder poner fechas a nada «nos ha descuadrado», cuando en el mundo de la moda la costumbre es tener «agendado» con antelación la asistencia a ferias, la presentación de colecciones y la llegada de tejidos, entre otros.

Marco & María no han cerrado en todo este tiempo y durante el confinamiento continuaron su labor creativa en casa, lo que María resume con alivio en un «no ha sido el mejor año empresarial, pero hemos salvado a la empresa y a todos sus empleados». Justo antes del confinamiento habían preparado la nueva colección, que se presentó con un book específico y una pasarela virtual para la que hubo que grabar a las modelos una a una y los clientes internacionales hicieron los pedidos de forma virtual.

Pasarelas perdidas

La pandemia provocó que se suspendieran las pasarelas madre de moda nupcial de Nueva York y Barcelona y aunque ésta última la hizo en formato virtual, no funcionó, pues en las ferias es donde se produce el contacto con los clientes, a los que les gusta ver el producto «en detalle», señala María Díaz.

La firma Marco & María cuenta en España con su principal punto de venta propio en Santa Cruz de Tenerife y sus colecciones están disponibles en tiendas referentes del sector a nivel mundial en más de 30 países, por lo que cuando presentaron la colección en línea se pusieron en contacto con cada cliente para adaptarse a sus demandas. Pero en una feria no se puede hacer igual y la de Barcelona no funcionó bien, por lo que los diseñadores están a la espera de si se retoma en septiembre.

«Hay que reinventarse» es la principal enseñanza de la pandemia y también su influencia: del 5 al 7 de julio pasado Marco & María presentaron en la China Wedding Expo de Shanghai El Reino Ignorado, su nueva colección 2022, inspirada en «cómo la naturaleza nos habló y nos dijo: frénense un poquito» y por ello evoca «el universo inteligente de las plantas». Subraya además la diseñadora tinerfeña que las bodas ya no son estereotipadas y «nuestras novias» prefieren ir sencillas, cómodas pero con un traje espectacular que no les haga perder ni un ápice de movimiento, ideales para celebraciones más pequeñas, familiares y al aire libre.

A nivel internacional se nota una vuelta al gusto por lo artesanal, por las creaciones con un componente manual «que nuestro producto ya tiene» y como las restricciones sanitarias obligan a escatimar en la celebración, se beneficia el traje de novia porque la protagonista asume que se compra «un vestidazo para que todo el mundo vea lo guapa que iba el día de la boda».

De hecho, Marco & María tienen novias que se casan «de manera formal» y reservan un vestido de su colección para realizar otra gran celebración con sus allegados cuando se aligeren las restricciones.

La pandemia sigue retrasando la llegada de los tejidos «y más a Canarias» pero Marco & María se esfuerzan por cumplir los tiempos de entrega a sus clientes, pese a que en 2020 la situación fue «muy difícil» porque muchos de los textiles con los que trabajan son diseños propios de bordados y aplicaciones de flores con un proceso de creación que hubo que hacer íntegramente por internet al no poder viajar a las fábricas.

«Y los colores no son iguales en foto que en la prueba física, más aún en la gama de colores de novia que va del blanco, al blanco hielo, el «ice cream» ... son un montón de tonos que apenas cambian en un grado. ¡Tengo un máster en pantone!», ríe María.

La firma trabaja ya en los pedidos para la colección 2023 porque la moda «es muy fastidiona» y si no se vende una colección a su tiempo «te la comes con papas» porque los clientes buscan las novedades, señala la diseñadora, que echa en falta liderazgo político para tener unas directrices claras en la pandemia y ayudas, «no que nos regalen nada, sino al menos que no haya tantos problemas de logística y subidas como la de la luz». Al respecto, da «un voto de confianza» a Tenerife Moda, la iniciativa del Cabildo para promover a los diseñadores de la Isla pero que con la nueva situación anda «muy parada».

Y volviendo a las celebraciones, ¿le piden las novias y las invitadas llevar una mascarilla a tono con el vestido?. ¡Absolutamente todas!. De hecho, no queda ahora en la tienda ni una sola mascarilla bordada o de pedrería», responde con seguridad risueña María Díaz.