Dos colas: una para personas con cita y otra para las que respondieron al llamamiento para mayores de 16. Ambas circularon ordenadamente por donde antes discurrían los espectadores de eventos deportivos y musicales. Esa fue la imagen que se pudo ver ayer en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna, que desde hace varias semanas ha cambiado de cometido para convertirse en uno de los puntos de vacunación más multitudinarios de Canarias.
Este fin de semana fue el primero en el que la Consejería de Sanidad hizo llamamiento sin cita para un nuevo rango de edad: los jóvenes desde los 16 años (nacidos desde 2005). La respuesta fue positiva en una jornada, la de ayer domingo, en la que se superaron sensiblemente las cifras de vacunaciones respecto al sábado. «La verdad es que hemos notado que ha venido bastante más gente», celebró en este sentido José Carlos Campos, subdirector de Enfermería del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc).
En concreto, y según el rango de edad y las características de los vacunados, en el recinto deportivo lagunero se administraron vacunas de Moderna, Janssen, Pfizer y Astra Zéneca y se registraron esperas de hasta unos 40 minutos en los momentos con mayor asistencia. «En general, la gente acude más hacia media mañana y luego hay un parón al mediodía», precisó Campos. En concreto, el objetivo del día era administrar unas 4.000 dosis de las diferentes modalidades de vacunas contra el covid-19 en un horario que se extendió entre las 9:00 horas de la mañana y las 20:30 horas de la tarde. No obstante, en el Santiago Martín siempre se alarga un poco ese horario si hay personas aún esperando y vacunas disponibles.
Para hacer todo eso posible y continuar ampliando la cobertura de vacunación entre la población, durante todo el fin de semana trabajaron de forma coordinada en el Santiago Martín unos 60 profesionales de enfermería del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y del Hunsc. A todos ellos hay que añadir el apoyo de auxiliares, celadores, trabajadores de gestión administrativa y la seguridad del propio recinto. «También nos están echando una mano desde Protección Civil», valoró Campos. Lo mismo sucedió en el Hospital del Sur, donde se sumó además Atención Primaria para administrar un millar de dosis.
«El objetivo de estos llamamientos es agilizar y facilitar el proceso de vacunación durante el sábado y el domingo a la población que le resulta más complejo acudir con cita previa», explicaron desde la Consejería de Sanidad. Este sistema, añadieron, está dando muy buenos resultados entre la población más joven. Asimismo, se compagina con la administración de dosis con cita según «las agendas establecidas para los distintos grupos etarios que están en proceso de vacunación».
Curiosamente, ayer se pudo ver a muchas personas de edad más avanzada en las colas del llamamiento sin cita. Algunos rezagados se están sumando, por fortuna, a la campaña de vacunación contra el covid-19. Sanidad también mantuvo abierto este sistema de vacuna sin cita en el Recinto Ferial, en el Anexo al Aulario de Guajara de la Universidad de La Laguna, en el Hospital Universitario de Canarias, en el Magma, en el Centro Tecnológico de Candelaria y en la Casa del Emprendedor de Los Realejos.
La jornada se desarrolló con normalidad. El anuncio por parte del Gobierno de Canarias de que, a partir de hoy –con la entrada en vigor del nivel 4 en Tenerife– el certificado de vacunación va a empezar a exigirse en interiores de la restauración y en las actividades deportivas y culturales, parece haber animado a los jóvenes a vacunarse con más celeridad. «Algunos nos comentan que quieren vacunarse ya para poder ir al gimnasio», detalló Campos. Además, muchos compatibilizaron la jornada de vacunación con la playa. «Vemos muchos bañadores, hay gente que viene antes de irse a la playa o incluso después», explicó. Sanidad colocó varios códigos QR en la zona de espera tras la vacuna para facilitar la descarga del certificado covid y empezó también a pasar una encuesta de satisfacción entre los nuevos vacunados. Durante esa espera de 15 minutos, disfrutaron de la emisión de algunas de las competiciones de los Juegos Olímpicos en los vídeomarcadores del recinto.
Aitor Izquierdo fue uno de esos primeros jóvenes de 16 años en sumarse a la campaña. «Tenía cita la próxima semana pero decidí venir hoy para adelantar el proceso», explicó. Tras una espera de unos 20 minutos y conseguir su primera dosis de Pfizer, este tinerfeño aseguró que recibir la vacuna «es lo que hay que hacer, lo mejor para todos». En la zona de espera tras la vacunación también estaban Shaury Montesinos, de 23 años, y Leo Matías, de 29. Ambos se fueron para casa con la primera dosis de Moderna puesta y el convencimiento de que este «es un gran paso para salir de la pandemia». Los sanitarios recuerdan que no hay que relajar las medidas pese a haber recibido la vacuna.