El incremento de la actividad quirúrgica, que durante muchos meses ha estado limitada por la pandemia de coronavirus, se ha traducido en una disminución de las reservas de sangre en las dos provincias canarias. Así lo pone de manifiesto Amador Martín Recio, director técnico del Centro Canario de Transfusión (CCT). Lo cierto es que desde el 4 de julio, el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) alertó de que los hospitales de las Islas necesitan con urgencia sangre de los grupos A+, A- y 0+ para poder satisfacer la creciente demanda de tratamientos, un hecho que crea inquietud. «La situación continúa igual. A pesar de que en Las Palmas han mejorado ligeramente los datos de extracción, aún no llegan a ser suficientes para reponer las reservas a un nivel óptimo», indica Martín Recio.

Además, la llegada del verano ha ido de la mano de una reducción del número de personas que realizan este acto altruista, lo que acentúa la necesidad de potenciar la actividad. «Es frecuente que haya menos donaciones en verano, pero, normalmente, en esta época se realizan también menos operaciones. Si este año se pretende compensar lo que no se pudo hacer el anterior, necesitaremos más cantidad», agrega.

En base a las palabras del profesional, ahora mismo, la media diaria de donaciones en la comunidad autónoma se encuentra cifrada en 200. Sin embargo, para garantizar unos niveles óptimos de existencias, sería necesario que se produjeran entre 250 y 300. «Con esos números, somos capaces de mantener unas reservas suficientes y, por tanto, de cubrir las necesidades de los hospitales. Es importante estar cerca de las 300 para poder continuar con las operaciones», recalca.

En 2020 se obtuvo casi el mismo volumen de extracciones que en 2019

Según indica el director técnico del centro dependiente del ICHH, cuando se declaró el primer estado de alarma en el territorio nacional disminuyeron las donaciones de sangre. No obstante, a finales de 2020, se logró recuperar el volumen habitual. Teniendo en cuenta los datos que maneja el ICHH, el pasado año cerró con 63.008 extracciones, lo que se traduce en solo 25 bolsas menos que las reunidas en 2019. El balance del primer semestre de 2021 tampoco es negativo. «En el transcurso de este año, los niveles de donación no han sido especialmente malos. De hecho, hasta junio fueron mejores que otros años, pero ahora la realidad es otra», apunta Martín Recio.

Cabe resaltar que, a través de una extracción, se pueden obtener tres productos: hematíes, plaquetas y plasma. Los primeros pueden durar hasta 42 días, siempre y cuando se encuentren a una temperatura de cuatro grados centígrados, mientras que las plaquetas pueden mantenerse hasta una semana a 22 grados. El plasma, en cambio, puede conservarse hasta dos años a temperaturas de 25 bajo cero.

«Para sostener la actividad sanitaria hay que ser solidarios», apunta Amador Martín

Con el propósito de garantizar la seguridad de los receptores y de los donantes, la sangre debe ser analizada antes de ser transfundida. Para eso, el centro cuenta con unos laboratorios automatizados, donde siguiendo los análisis que contempla la ley, los expertos realizan las pruebas serológicas e inmunohematológicas pertinentes. «En los laboratorios, hacemos los exámenes de los grupos sanguíneos y las pruebas de serología para detectar posibles anomalías. Si todo está correcto, el siguiente paso es la parte de fraccionamiento y producción, que consiste en añadir los aditivos necesarios para su conservación y en separar los distintos hemoderivados», detalla Amador Martín.

La cantidad de sangre que se debe extraer a cada donante viene determinada por una bolsa en la que se encuentran los anticoagulantes y que tiene una capacidad de 450 mililitros. Pero a esto hay que añadirle las muestras que van en los tubos para poder hacer las analíticas correspondientes. «En realidad, se llega a extraer, aproximadamente, medio litro de sangre», señala.

Requisitos

Para poder donar es imprescindible cumplir con una serie de requisitos, entre los que figuran ser mayor de edad, pesar más de 50 kilogramos, presentar un buen estado de salud general y, en el caso de las mujeres, no estar embarazadas. Hay que decir que los pacientes hipertensos pueden donar, siempre que no presenten cardiopatías y estén en tratamiento para controlar la presión arterial. El mismo criterio se aplica a las personas aquejadas de diabetes tipo 2.

En el caso de haber pasado la infección por SARS-CoV-2 es necesario que hayan transcurrido dos semanas desde la PCR negativa, o un mes desde el cese total de todos los síntomas vinculados a la enfermedad. “Es importante no hacer actividades que requieran mucho esfuerzo inmediatamente después. Lo mejor es esperar al día siguiente”, advierte Martín Recio.

Desde el ICHH recuerdan que los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año y las mujeres tres, con un espacio de mínimo de dos meses entre cada extracción. Por lo que concierne al perfil predominante de donantes, el director técnico del CCT asegura que la mayoría son hombres con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años, si bien el grupo sanguíneo que registra mayores donaciones tanto en varones como en mujeres es el 0+. «Un tercio de los donantes son mujeres, pero esto no quiere decir que sean menos generosas, sino que muchas de ellas están en edad fértil y presentan niveles bajos de hemoglobina por la menstruación», aclara.

Para incentivar la donación de sangre, en países como Estados Unidos se les ofrece a los ciudadanos una remuneración económica por la extracción. Pero, ¿sería positivo adoptar esta medida en España o, incluso, obligar a la población a realizar esta acción? El profesional tiene claro que no. «La donación tiene que ser un acto desinteresado y el hecho de declararla obligatoria sería un peligro, ya que los riesgos de que haya una enfermedad transmisible que se escape son mayores que cuando una persona acude por voluntad propia », subraya.

Fiel a su criterio, Amador Martín apuesta por concienciar a la población para que tenga presente que solo a través de la donación de sangre pueden seguir funcionando las actividades esenciales en los centros hospitalarios. «Los trasplantes hepáticos, cardíacos, o renales, por ejemplo, requieren contar con reservas de sangre. El transporte desde la Península no es sencillo y además es costoso, por lo que si queremos sostener la actividad sanitaria de nuestra comunidad autónoma, tenemos que ser solidarios», sentencia.

Las personas interesadas en contribuir a la causa pueden consultar toda la información relativa al proceso de donación en el portal www.efectodonacion.com, o bien, a través del téléfono 900-023-061.