El sistema de comunicación de los datos epidemiológicos en Canarias genera confusión sobre la incidencia del covid-19 en los diferentes municipios de Tenerife. Existe una considerable diferencia entre los resultados de las principales variables en función de si se atiende a la página de Grafcan o, por el contrario, se toman como referencia los informes emitidos diariamente por el Servicio Canario de Salud (SCS). Esta situación ha llevado al alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, a solicitar al Gobierno de Canarias que unifique sus criterios.

Tal es así, que uno de los datos más importantes a la hora de determinar la situación sanitaria de un territorio –la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes cada 14 días– llega a duplicarse en la página del Grafcan. Por ejemplo, el pasado viernes este portal situaba este valor por encima de los 400 casos en la capital tinerfeña. Mientras, el informe elaborado por los epidemiólogos del SCS rebajaba esta variable hasta la mitad, concretamente a 261, 91 casos por cada 100.000 habitantes. Es una cifra muy similar a la registrada en localidades como la de San Miguel de Abona (254, 38), Granadilla de Abona (245,94) o la vecina San Cristóbal de La Laguna (228,43).

El origen de este significativo desequilibrio de los resultados entre dos fuentes oficiales del Gobierno de Canarias parece estar en la forma en la que se registran los casos. «Así me lo han explicado desde Salud Pública», indicó Bermúdez. «Los datos se gestionan de manera diferente. Mientras que el SCS atribuye los contagios a los municipios en función de la tarjeta sanitaria, Grafcan asigna los contagios en función del centro que atiende al paciente. Por lo tanto, si ese centro está en Santa Cruz– como el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria– lo registra en nuestro municipio aunque la persona sea de Santiago del Teide, de Puerto de la Cruz o de El Tanque», aclaró.

Desde la Consejería de Sanidad insisten en que para hacer un seguimiento riguroso de la situación epidemiológica, los datos oficiales a manejar deben ser los de sus informes diarios. Eso no evita, sin embargo, que la imagen de los dos municipios metropolitanos –Santa Cruz y La Laguna, sede de los dos centros sanitarios de referencia en la Isla– se haya visto afectada por esta disparidad, especialmente en los últimos días. «Hay periodistas y ciudadanos que usan esos datos y están, de alguna manera, sesgando y poniendo el foco en determinados municipios. Santa Cruz de Tenerife nunca ha sido el municipio de la Isla con más contagios a 14 días según el SCS», lamentó.

La confusión es tal, que se ha llegado a señalar a la capital tinerfeña como el municipio de más de 40.000 habitantes más afectado por el covid-19 de toda España. «Si no es el municipio más afectado de Tenerife, ¿cómo vamos a tener el peor dato de España?».

Estas valoraciones coinciden con la semana en la que el Gobierno de Canarias ha decidido subir a la Isla a Nivel 3 de alerta sanitaria. Paradójicamente, la decisión entró en vigor ayer, el mismo día en el que el Estado autorizó a los ciudadanos a circular sin mascarilla en los exteriores. El Gobierno central relaja las medidas mientras en Tenerife los hosteleros deben cerrar de nuevo sus interiores, se vuelven a reducir los aforos y las reuniones se limitan a cuatro personas, entre otras restricciones.

Se recomienda el uso de la mascarilla

No obstante, la mayoría de los tinerfeños optaron por ser prudentes y mantener el uso de las mascarillas también en exteriores. En Santa Cruz de Tenerife, de hecho, el Consistorio emitió una recomendación para que la ciudadanía las siga usando, especialmente después de que las cifras de contagios hayan vuelto a aumentar desde el pasado día 10.

El jueves, los consejeros de Sanidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, Blas Acosta y Julio Pérez, mantuvieron una reunión con todos los alcaldes tinerfeños para analizar esta situación. «Si hay algo que quedó claro de esa reunión es que hay 12 municipios que están en riesgo alto o muy alto en número de contagios», recalcó el regidor capitalino. Según los estudios de los expertos de Salud Pública, los contagios se producen de una forma especialmente dispersa. «Que haya contagios que se detecten en un municipio no quiere decir que se produzcan ahí», insistió el alcalde.

En este sentido, Bermúdez recordó que cada día entran en la capital 25.000 vehículos procedentes de todos los puntos de Tenerife. De hecho, esta es una de las principales diferencias respecto a Gran Canaria, donde casi la mitad de los contagios se computan en la capital debido a una diferente distribución de la población. «Los contagios en Santa Cruz estaban en torno al 30 por ciento de los de toda la Isla. En Gran Canaria, en torno al 50 por ciento se dan en la capital», añadió.

Bermúdez asegura que este baile de cifras y valoraciones ponen el foco y responsabilizan de la pandemia a Santa Cruz. Una circunstancia que no solo daña la imagen del municipio, sino que tiene consecuencias muy directas en un contexto ya de por sí difícil. «Está claro que si se habla de nosotros como si fuéramos los más contagiosos y los que menos cumplen las normas, se nos perjudica. Sobre todo cuando detrás no hay datos que lo corroboren. En los últimos informes epidemiológicos, nunca hemos sido el municipio con mayor incidencia de contagios, nunca». Este viernes, por ejemplo, la localidad de Vilaflor registró el peor dato de incidencia acumulada a 14 días de Tenerife: 408,16 casos por 100.000 habitantes.

Por lo pronto, el nacionalista ha transmitido ya su petición al consejero de Sanidad, al director de Salud Pública y al director del Servicio Canario de Salud. «No entiendo cómo un Gobierno emite dos valores diferentes sobre la misma incidencia. Eso conduce a la confusión y a la alarma. No es explicable», insistió.

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Bermúdez confía, no obstante, en que el Gobierno atienda a su reclamación. «No estoy preocupado porque estoy convencido de que el SCS y el Gobierno de Canarias darán instrucciones para que solamente se publique un dato, que es el del informe epidemiológico diario del SCS». La última vez que Tenerife estuvo en Nivel 3 y se cerró el interior de los bares y restaurantes, se perdieron unos 2.000 puestos de trabajo en la capital. Asimismo, según los datos recabados por la Sociedad de Desarrollo, una veintena de empresas tuvieron que echar el cierre de forma definitiva. «Está claro que dar este tipo de mensajes negativos sobre un municipio produce una afección», denunció.

El alcalde concluyó recordando que si bien está de acuerdo con el aumento de las restricciones en la Isla como medida para frenar los contagios, existen alternativas para paliar el daño que volverán a sufrir las empresas de restauración. «Teniendo en cuenta que no se ha demostrado que hayamos tenido una gran incidencia de contagios, hay posibilidades diferentes al cierre de los comedores», detalló. Entre las opciones que se barajan está limitar los aforos en función de los metros cuadrados, la mejora en los sistemas de ventilación o permitir el acceso a interiores solo de las personas vacunadas.