José Luis Martín Esquivel es el jefe de conservación del Parque Nacional del Teide desde 2013. En sus ocho años de trabajo ha podido ver de primera mano cómo el cambio climático afectaba a la cumbre de una forma mucho más rápida y feroz que al resto de la Isla. Hoy, en el Parque Nacional se están llevando a cabo estrategias de conservación límite para intentar preservar el ecosistema único de la cumbre tinerfeña.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) ha realizado distintas previsiones sobre el futuro del planeta. En 2001 estableció escenarios futuros respecto a temperaturas, concentración de CO2 y subida de nivel del mar, y todas se han cumplido, ¿cuál es la situación de Canarias?

Exacto, todo se ha cumplido y en Canarias la cosa está peor. En Canarias la situación está muy estratificada. No es lo mismo cómo está actuando el cambio climático a nivel del mar –porque la presencia del mar atempera y suaviza– ni en las medianías –por el efecto de los alisios–, que en las cumbres. En el Teide estamos ahora mismo registrando 1,8 grados centígrados más que en el periodo preindustrial, mientras que en las partes bajas el aumento oscila entorno al grado centígrado. Esto quiere decir que, a final de siglo, en el Teide desde luego vamos a superar las 2 grados. Allí ya están ocurriendo procesos muy graves desde el punto de vista ecológico. Confío en que no se llegue a los dos grados, pero es posible, porque lo de los 1,5 grados ya está olvidado.

¿Es posible entonces que la realidad supere las previsiones del IPCC?

Lo cierto es que todas las previsiones se van cumpliendo a pesar de que son siempre muy conservadoras. Por ejemplo, en lo que se refiere al nivel del mar, la previsión es que suba 90 centímetros. Sin embargo, esta previsión es tan conservadora que no contabiliza la posibilidad de que desaparezcan todos los glaciares de Europa o los hielos de Groenlandia, y en ambos casos es muy factible que ocurra. Si finalmente lo hiciera, el nivel del mar subiría más. De hecho, hay un lugar en el sur de Fuerteventura, en una zona que se llama Matas Blancas, que es muy interesante porque se puede comprobar lo que era Canarias con dos grados más de temperatura. Hace 120.000 años el nivel del mar subió entre 4 y 5 metros en esa zona con dos grados más de aumento de temperatura. Nuestras previsiones es que en todo el Archipiélago el mar subirá más metros, pero Canarias se levanta muy vertical desde el mar así que no va a ser una catástrofe. No obstante, algunas zonas se verán afectadas, especialmente al sur de Gran Canaria o en Fuerteventura.

También hay previsiones de que afecte a Tenerife, en la playa de las Teresitas.

Sí, y ya se puede ver. No siempre se conectan ambos fenómenos, pero si tu ves las frecuencias de las invasiones del mar en San Andrés, en los últimos años se ha convertido en un fenómeno más común. Ahora se ha construido un dique y se ha suavizado la situación. Eso es una medida de adaptación, aunque no se haya hecho como tal. Con todo esto lo que quiero decir es que las previsiones son bastante conservadoras, pero puede ser peor. De hecho, hay algunos fenómenos de los que se habla mucho, que no están contabilizados en la ciencia pero a que la gente le impacta mucho. Un ejemplo es la circulación termohalina del océano, que en cierto momento podría detenerse.

Es complejo hacerlo, existen muchas variables que no conocemos del todo.

Es cierto, pero los modelos han avanzado de una forma espectacular. De hecho, para mí, el principal avance científico del siglo pasado ha sido el de modelar la atmósfera. Llegar a configurarlo denota una brillantez extraordinaria y gracias a ello se están cumplimiento las previsiones. En el mar no sabemos lo que pasa, especialmente de superficie para abajo, en las zonas más profundas. El mar puede ser la gran sorpresa. Recuerda que el océano ha estado absorbiendo dióxido de carbono todo este tiempo. Si tu coges un vaso de Coca-Cola, que tiene mucho carbónico, y lo calientas, el carbónico sale. Eso mismo puede pasar con el mar. Si sigue calentándose, todo eso que está absorbiendo es posible que se empiece a emitir.

En la Península hay una tendencia muy clara del cambio climático en fenómenos como olas de calor, en el Archipiélago, sin embargo, en estos mismos fenómenos no se ve una tendencia clara ¿Canarias está mejor que la Península?

El cambio climático está siendo más suave en medianías hacia abajo en Canarias en relación a la Península, pero bastante más alto que en el resto del país en lo que se refiere a la zona ubicada entre las medianías y la cumbre. En el Teide están pasando cosas muy serias y allí puedes ver cómo está operando el cambio climático en directo. De hecho, el pasado jueves estuvimos arriba en una zona del Parque, Llano de Maja, que está sufriendo una catástrofe climática impresionante. Además, en el Teide están habiendo noches tropicales –de más de 20 grados centígrados–, que antes no había, y que empezaron hace 2 o 3 años. El récord de temperatura en la cumbre se registró en 2017 y este año pasado, 2020, fue el segundo más alto de la serie. En las partes bajas de la isla, se nota menos el ascenso térmico por la presencia del mar, pero también hay que tener en cuenta que el calentamiento se está produciendo fundamentalmente en la noche.

¿Se está produciendo el ascenso de temperaturas por igual en todo el Teide?

Es diferente en la zona del noreste que en la parte suroeste, siendo esta última mucho más afectada. Tiene una explicación y es que los vientos soplan del noreste y el Teide hace de pantalla, lo que provoca que todo el sector suroeste esté como apantallado y no llegue la diferencia de los alisios. Esa parte se está calentando más y posiblemente esta sea la explicación. El Teide es un buen laboratorio de cambio climático, porque lo que pasa arriba a día de hoy, es lo que en unas décadas ocurrirá en las zonas costeras de la isla. En el Parque Nacional estamos viendo un impacto claro en algunas especies de la zona sur que están muy amenazadas, así que estamos trasladando poblaciones a través de una técnica de conservación denominada colonización asistida. Es una técnica que hace tan solo 20 años se consideraría una herejía, pero hoy las cosas están cambiando mucho y estamos seguros de que se va a expandir a toda Canarias.

Teniendo en cuenta su importancia en la regulación del clima, ¿qué pasaría si los alisios desaparecieran?

El día que eso ocurra sí será una tragedia. Hay dos teorías al respecto. Un grupo de investigación británico hizo un estudio en el que señalaban que lo que puede pasar es que cambie de altura. Algo similar a lo que ocurre cuando entra la calima, el llamado tiempo sur, que provoca que los alisios roten hacia la derecha y pierdan altura. Sin embargo, también hay otra teoría que dice que podrían ganar altura. Por el momento nada es concluyente. Aquí en Canarias, Emilio Cuevas, director del Centro Atmosférico de Izaña, ha estado estudiando eso y de momento no hay una evidencia clara, salvo en otoño. En otoño los alisios sí que soplan más del este y es lo que explica que ahora lleguemos a navidades con un tiempo estupendo. El verano se está prolongando al otoño y el frío comienza en enero o febrero. Sé está produciendo un cambio gordo, pero el que nos preocupa es el que pudiera darse en invierno y primavera, porque es donde tiene que soplar bien el alisio, y ahí no hay evidencia.