El próximo 26 de junio ya no será obligatorio el uso de mascarillas en el exterior. Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegurando que «este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores”. La decisión se tomará en el seno de un Consejo de Ministros Extraordinario que se celebrará la próxima semana. Este anuncio tan esperado por la ciudadanía que lleva un año viviendo detrás de una mascarilla, sin embargo se ve como un movimiento arriesgado para los científicos, teniendo en cuenta la diseminación de la variante delta (India) y de las bajas coberturas vacunales, dado que las personas inmunizadas con la pauta completa no llegan al 30% ni en Canarias ni en España.

Esta medida fue decretada inicialmente el 19 mayo de 2020 - se publicó en el Boletín Oficial del Estado- cuando no fuera posible mantener una distancia mínima de dos metros, tanto en exteriores como en interiores. A medida que pasó el verano, las medidas de uso de mascarilla se fueron haciendo más duras, pues en un principio, tanto en exteriores como en interiores se tenía que utilizar solo cuando no se podía cumplir con el mantenimiento de la distancia de seguridad de 1,5 metros. En Canarias el 5 de agosto de 2020 se impuso que la mascarilla fuera obligatoria siempre en espacios interiores, sin tener en cuenta la distancia, dado que la evidencia científica ya mostraba que una de las vías de transmisión más efectivas del virus eran los aerosoles. Poco después, y con los contagios aún en alza, el Ejecutivo autonómico decidió imponer la obligatoriedad total de la mascarilla, en espacios al aire libre y en interiores, el 14 de agosto. «Entiendo la necesidad de empezar a dar buenas noticias, pero tenemos elementos sobre la mesa que no deberíamos olvidar», señala el jefe de epidemiología del Gobierno de Canarias, Amos García Rojas, quien insiste que las coberturas de vacunación son muy bajas aún y que la posible diseminación de la variante delta (India) no es baladí. «En personas no vacunadas o vacunadas con una sola dosis, la protección contra esta variante es muy baja», insiste el epidemiólogo. García Rojas considera que ponerse como meta una fecha concreta no es lo recomendable actualmente e insiste en que cualquiera de estos hitos tendrían que venir acompañados de unas coberturas vacunales concretas. «Yo lo empezaría a debatir cuando tuviéramos al 50% de la población vacunada», insiste García Rojas, que considera que este anuncio puede conllevar a que la población tenga una falsa sensación de seguridad, como ocurrió tras el fin del Estado de Alarma.