Los pacientes cero están escapando al control del rastreo en la isla de Tenerife que, a pesar de contar con el mismo número de efectivos por habitante que Gran Canaria, ha visto mermada su capacidad de trazabilidad con respecto a su isla vecina. La diferencia entre ambas no es demasiado importante, pues la capacidad de rastreo en Tenerife es del 71,7% y en Gran Canaria del 75%, sin embargo, la Dirección de Salud Pública cree que esta situación puede estar contribuyendo, junto a otras especificidades geográficas y demográficas de la isla, al hasta ahora inexplicable aumento de casos de coronavirus en Tenerife.

«No hay nada que permita decir: esta es la causa», destacó el portavoz del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, tras el consejo de Gobierno celebrado ayer, el primero en mucho tiempo en el que estuvieron presentes todos los consejeros de manera presencial. En él, la Consejería de Sanidad llevó un informe realizado por la Dirección de Salud Pública para tratar de explicar las causas que motivan el aumento de casos en la isla que en el día de ayer registró un total de 123, lo que eleva hasta 684 el total semanal, un 33% más que la anterior. Sin embargo, dicho documento, «no conduce a un resultado concluyente», como señaló Pérez.

El informe sí indica que existen otras circunstancias que en conjunto pueden motivar esta tendencia que cada vez aleja más a Tenerife del resto de islas. Una de ellas es el rastreo. «Los brotes tienen el mismo origen en ambas islas (familiar y social) pero en Tenerife es un poco menos eficaz», resaltó Pérez. El también Consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, insistió en que parte de esta circunstancia se debe a que los brotes en los que están involucrados gente joven –que son los que más se están dando– suelen ser más difíciles de seguirles la pista. «Suelen ser menos precisos a la hora de recordar con quiénes han estado», aseguró Pérez, quien hizo un llamamiento a la población, especialmente las de los grupos de edad comprendidos entre los 20 y los 40 años, para que anoten sus contactos de manera más regular.

La dispersión de la población tinerfeña puede ser otra de las causas de esta tendencia de crecimiento dispar. «Los núcleos urbanos están diseminados y eso provoca una mayor movilidad», constató el portavoz del Gobierno. Los datos lo confirman. El 51,42% de los brotes registrados en Gran Canaria en el mes de mayo tenía su caso índice en Las Palmas de Gran Canaria, mientras que la capital tinerfeña registraba solo el 18,65% de los casos índices de los brotes de la isla de Tenerife y sumando la población de La Laguna no se llega al 38%. En Tenerife, el 42% de los brotes se iniciaron en municipios de la zona sur y todos los municipios de la isla están afectados, al contrario que en Gran Canaria donde solo 13 de los 21 municipios han sufrido en sus carnes las consecuencias más crudas de la expansión del coronavirus.

Entre otros motivos, el informe de la Consejería también destaca el número de expedientes sancionadores que se han realizado en Tenerife, que duplican a los de Gran Canaria (179 frente a 77), así como la diferencia poblacional entre una isla y otra en lo que se refiere a los menores de 40, que son 50.000 personas más.

Descartan asimismo que la diferencia se deba a menor capacidad de rastreo, a la velocidad de vacunación o a las variantes del virus que han expandido por la isla. Sobre esto último, asegura que en Tenerife la variante alfa (o británica) es la más frecuente y se encuentra en un 90% de los casos. En Gran Canaria esta misma variante supone el 70% pero también se encuentran casos de variantes a priori más agresivas y contagiosas como la beta (Sudafricana), la gamma (Brasileña) y delta (India).

A pesar de que en Tenerife la población joven –que aún no está vacunada– es la que está incrementando el número de casos de coronavirus en la isla, el Gobierno de Canarias no cree que este sea motivo para aplicar medidas de control preventivas en otras islas. Se refirió así la apertura de discotecas en el día de hoy en las islas en nivel 1, entre las que se encuentra Gran Canaria. «No consideramos que sea un peligro adicional», señaló Pérez, quien sin embargó admitió que la relajación de medidas siempre «causa cierta inquietud» entre los miembros del Gobierno por saber si será «excesiva». «No lo ha sido hasta ahora», insistió el consejero, que recordó que la mayoría de las islas se encuentran en una tendencia de descenso continuado de los casos. Por ejemplo, Gran Canaria sumó en el día de ayer 28 casos, recuperando así su tendencia decreciente. Concretamente, esta semana ha sumado un total de 193 casos, lo que supone un 8% menos que la anterior. El Gobierno de Canarias ha decidido no imponer nuevas normas de restricción en la isla, aunque sí se ha comprometido a realizar un análisis geográfico territorial más pormenorizado, mejorar la información de rastreo así como reforzar la vigilancia, inspección y sanción. Por otro lado, ha pedido a la población un mayor compromiso en el cumplimiento de las normas vigentes.