Sanidad renuncia a recurrir la sentencia de Burillo para que el HUC lo readmita

Con este nuevo paso en el proceso que se ha demorado más de un año, el profesional tiene ahora la potestad de pedir su reincorporación al hospital desempeñando las funciones para las que fue nombrado –es decir, como coordinador de las Urgencias–, mientras no se motive el cese conforme a las exigencias reseñadas en la sentencia. En este sentido, desde UGT ya se ha adelantado que se solicitará que la sentencia sea ejecutada inmediatamente y, por tanto, obligará al HUC a reincorporar a este profesional, tal y como falla la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en el plazo de unas semanas. «Al no recurrir, el Gobierno de Canarias le ha dado la razón al compañero Guillermo Burillo», señala Francisco Bautista, secretario general de la federación de empleados de servicios públicos (Fesp) de la UGT. «Es un reconocimiento a la valía profesional del médico y de su trabajo en las Urgencias de este hospital», insistió el sindicalista.

En ese mismo documento, la gerencia del Hospital Universitario de Canarias también defiende su punto de vista –contrario al de los demás actores– y alude a dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Galicia y de la Comunidad Valenciana para desmotivar el derecho de permanencia del empleado público así como su nula indemnización cuando existe un proceso de anulación de un cese como el que se ha producido en el caso de Burillo. Mercedes Cueto, directora gerente, en dicho escrito también «llama la atención» sobre las «posibles consecuencias» que se derivarían de la ejecución provisional de la sentencia. Unas consecuencias en las que, sin embargo, no entra a valorar. «Si la dirección de gerencia tiene algo de dignidad debería coger sus bártulos y, como dicen en Canarias mandarse a mudar», aseveró Bautista, quien además criticó la «coletilla» con la que la directora gerente ha culminado este expediente. «Parece más una pataleta de patio de colegio», insistió.

El HUC tendrá que devolver a su puesto a Guillermo Burillo en el plazo de dos meses –si no se solicita la ejecución antes– porque faltaron motivos suficientes para cesarlo. El 8 de junio de 2020, tras sufrir una devastadora primera ola de coronavirus, la gerencia del HUC decidió prescindir de los servicios de Guillermo Burillo como coordinador de las Urgencias, después de más de un lustro como responsable y otros tantos de servicio en la unidad. La gerencia afirmó en aquel entonces que el cese venía motivado por «la mejora de la gestión y la organización».

Desde que se produjo el cese de Burillo, en esta área clave para la contención de la pandemia se ha colmado la crispación, empujando a muchos trabajadores a pedir el traslado hacia otros servicios o bien a acogerse a la baja laboral. En tan solo un mes, los jefes de servicio dimitieron en bloque y siete personas abandonaron progresivamente la Unidad, que pasó a estar liderada por Juan Luis Alonso. El médico de Atención Primaria, que aterrizaba en el HUC después de haber coordinado un proyecto de Atención Continuada la Urgencia Vital (Acauv) de Atención Primaria, no ha conseguido ganarse el beneplácito de su equipo casi un año después. De hecho, hace apenas un mes, los trabajadores cargaban contra su gestión denunciando el caos organizativo que ha estado imperando en el área de Urgencias, una situación que se vio agravada por el aumento de presión de los pacientes con Covid-19 en el mes de marzo.