Fue un miércoles, el pasado 14 de abril, a las 19:20 horas. En la Sala de Control de la Policía Local se recibió una alerta en la que se informaba de la parada cardiorrespiratoria que había sufrido una persona en las instalaciones deportivas anejas al pabellón Ana Bautista en Santa Cruz de Tenerife. Un usuario de las dependencias, Jesús, natural del municipio de La Laguna y con 40 años de edad, se había desvanecido mientras realizaba ejercicios con pesas.

Ante la gravedad de la situación y desesperado, su acompañante dio la voz de alarma al resto de los usuarios de las referidas dependencias.

En las proximidades se encontraba, David, un agente de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, que estaba fuera de servicio y practicaba una de sus disciplinas favoritas, el pádel.

Ante los gritos de auxilio del acompañante, el funcionario municipal acudió de forma rápida y decidió iniciar las maniobras de reanimación. Con la ayuda de otras personas que también estaban en el complejo deportivo y tenían conocimientos sanitarios, Jonathan Sierra y la joven María Ibáñez, comienzan a turnarse en la labor de realizar el masaje cardiaco a Jesús.

Durante unos 30 minutos, el policía local y los otros dos ciudadanos se centraron en las acciones de reanimación cardiopulmonar básica e, incluso, llegaron a utilizar un equipo Desfibrilador Semiautomático Externo (DESA) que, afortunadamente, había en el lugar para revertir la situación mientras llegaban los profesionales del Servicio de Urgencias Canario (SUC).

Con la presencia de una patrulla policial y la dotación de una ambulancia medicalizada ya estabilizando a Jesús, los agentes municipales organizaron la ruta de evacuación más rápida para llevar al afectado hasta el departamento de Urgencias del Hospital Universitario de Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc).

Jesús permaneció ingresado y recibiendo cuidados sanitarios en dicho complejo del Servicio Canario de Salud (SCS) hasta el sábado siguiente y, una vez que pudo recuperar la dinámica de su vida normal, «aunque –reconoce– todavía no puedo hacer mucho deporte”, se empeñó en agradecer el esfuerzo voluntario a las personas que hicieron posible que hoy siga vivo tras este percance.

Una de sus primeras gestiones fue localizar al agente David. Según el testimonio de dicho vecino de La Laguna, “quería conocerlo en persona, mirarle a la cara y darle las gracias”.

Encuentro

Ese encuentro se produjo hace unos días en las dependencias de la Policía Local de la capital tinerfeña. Como señalaron ambos protagonistas, “ahora estamos unidos de por vida”.

Cabe reseñar que, desde la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ya se ha iniciado una propuesta de felicitación para este agente municipal y las otras dos personas que, con sus conocimientos y trabajo en equipo, hicieron posible que Jesús pueda seguir disfrutando de su vida.