La pandemia de coronavirus ha evidenciado la necesidad de que los hospitales españoles amplíen las camas y el personal intensivista en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en las que actualmente siguen ingresados alrededor de 1.500 pacientes con covid. Así lo asegura Álvaro Castellanos, nuevo presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva Critica y Unidades Coronarias (Semicyuc), quien aboga por impulsar los «servicios extendidos» en cuidados intensivos para hacer un seguimiento de los pacientes durante el proceso de hospitalización.

Castellanos, que hasta ahora ejercía como vicepresidente de la entidad, fue elegido en el cargo para los próximos dos años en sustitución de Ricard Ferrer, durante el Congreso Nacional telemático que la entidad ha celebrado del 31 de mayo al 4 de junio en Barcelona. Advierte de que aún hay unos 1.500 pacientes en las UCI españolas y existe la «incertidumbre» de las nuevas mutaciones del virus, aunque subraya que, de momento, parece que quedan cubiertas con las vacunas de las que disponemos.

«Es un virus que tiene mucha facilidad para mutar y tendremos que estar atentos a esas posibles mutaciones y a su virulencia, su capacidad para generar enfermedad grave», indica el también jefe de servicio de Medicina Intensiva del Hospital La Fe de Valencia. Actualmente, explica, hay autonomías donde el índice de ocupación de las UCI «es muy alto» como el caso de Madrid, donde hay en torno a 450 pacientes ingresados y tiene el porcentaje de ocupación de pacientes covid críticos más alto del país.

«Los de la UCI son pacientes con estancias muy largas y aunque en general la presión en estas unidades ha bajado mucho, en Madrid, Cataluña y Andalucía sigue siendo importante», explica. Uno de los aspectos más importantes que se ha implementado durante la pandemia y que debería quedarse para el futuro de forma estructural es, a su juicio, «la ampliación» de las UCI.

Por otra parte, cabe destacar hoy que en Cataluña no se ha registrado ningún fallecimiento por covid en las últimas horas y en la Comunidad de Madrid se han notificado tres muertes, mientras sigue descendiendo el número de contagios por el virus en casi toda España a medida que avanza la campaña de vacunación.

Galicia, País Vasco y Navarra se sumaban ayer a la decena de comunidades que ya han comenzado a vacunar al grupo de ciudadanos de 40 a 49 años. Un día más se han visto también las dos caras de la pandemia y, mientras los servicios sanitarios se afanan en vacunar al mayor número de personas, una parte de la población prescinde de las normas de seguridad y distanciamiento, como las más de 6.000 que el sábado en Barcelona volvieron a reunirse para hacer botellones en distintos puntos de la ciudad.