Cruz Roja compensará sus emisiones de dióxido de carbono con acciones de reforestación: la plantación de árboles se llevará a cabo en todo el territorio nacional y se eligirán especies autóctonas de cada región. En el caso del Archipiélago, se está negociando con el ejecutivo regional la obtención de unos terrenos en los que se pueda desarrollar esta mejora del medio natural. Cruz Roja apuesta por un plan de reducción de su huella de carbono con este tipo de actividades y, a su vez, con un control de eficiencia energética en los edificios y de su flota de vehículos. El reto es cumplir con los acuerdos de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la alianza por el clima.