La obesidad y el sobrepeso continúan siendo los factores de riesgo más prevalentes entre la población canaria y un quebradero de cabeza para las políticas de Salud Pública. Sin embargo, en los últimos años, los investigadores perciben que esta condición ha dejado de atacar a toda la población canaria por igual y que, poco a poco, se está convirtiendo en un factor de riesgo asociado a la pobreza.

Así lo ha constatado el grupo de investigación liderado por Lluís Serra, epidemiólogo experto en nutrición y rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. «Los datos demuestran que la obesidad tiene que ver con un estrato bajo», señala Serra que durante los últimos años ha estado estudiando a las mujeres embarazadas que acudían al Hospital Materno-Infantil durante su primer trimestre. «Tienen un tipo de alimentación más relacionada con el fast food y además hacen menor actividad física», remarca Serra, quien resalta que la situación es extrapolable a la población infantil. «Suele estar ligado, en este caso, a un menor acceso a actividades extraescolares», insiste y advierte que la situación es peor en niñas porque, para ellas, «el deporte no suele ser una opción mayoritaria».

Casi dos de cada diez canarios presentan obesidad. El porcentaje es mayor en las mujeres situándose en 21,4%

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se considera un problema de salud pública de primer orden y se define como una acumulación anormal y excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, y que se manifiesta por un exceso de peso y volumen corporal. Esta enfermedad puede acarrear otras patologías no transmisibles como enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2 y algunos tipos de cáncer. En Canarias, el aumento de peso de la población, especialmente se ha relacionado con la mayor tasa de diabetes tipo 2 de Europa (que afecta al 11% de la población) y con la hipertensión, que en en las Islas sufre el 18,7% de la población.

Por encima de la media

En el Archipiélago, los datos de exceso de peso siguen manteniéndose superiores a la media nacional, pero han experimentado un ligero descenso respecto a años anteriores. Los datos recogidos a través de la Encuesta de Salud de Canarias, correspondientes al año 2015, arrojaban los porcentajes de obesidad más altos de España, de un 16,4% para varones y de un 17,86% para mujeres, en personas mayores de 18 años. Los datos de 2017, proporcionados por el Ministerio de Sanidad, eran aún peores y mostraban un escenario poco alentador. En aquel momento, el porcentaje se elevó hasta el 19,3%, incrementándose al 17,2% en varones y hasta el 21,4% en mujeres.

Lo mismo ha venido sucediendo con los niños, que han reflejado lo que ocurría entre los adultos. Así, lo hace llegar la pediatra del servicio de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública de Canarias, María José García Mérida, que señala que «los datos del exceso de peso en niños y niñas canarios también son preocupantes».

Los niños mejoran

Según los últimos datos obtenidos por el Estudio de Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España (Aladino) en Canarias del año 2019, 4 de cada 10 menores de 6 y 9 años presentan exceso de peso, es decir, el 43% de la muestra. De este porcentaje, el 24,5% se corresponde con sobrepeso y el 18,5% con obesidad. El porcentaje actual es algo menor al que se registró durante los años 2013 y 2014, cuando se observó que un 44,2% de los escolares estudiados presentaban exceso de peso. En este sentido, la rebaja ha sido más acusada en lo que se refiere a la obesidad, ya que en aquel momento rozaba una tasa del 20%.

«Estos resultados muestran una estabilización en la prevalencia de exceso de peso infantil respecto a los estudios anteriores», señala García, quién insiste en la necesidad de «seguir impulsando políticas para promover hábitos saludables entre el alumnado y su entorno». De hecho, la mejora, aunque leve, de Canarias ha venido motivada en parte por los programas de prevención de la obesidad, como el Programa de Alimentos a la Palestra (Alipa), el Proyecto Delta, el plan de frutas y verduras, la supervisión de los comedores escolares o el propio seguimiento realizado a través de la encuesta Aladino.

Según la Dirección de Salud Pública, en este momento se está trabajando en la realización de una nueva Encuesta de Salud de Canarias, correspondiente al año 2020, donde se recogerán datos actualizados de prevalencia. Asimismo, señala que, por motivos de la pandemia ocasionada por la Covid-19, estas nuevas estimaciones –que ya debían estar publicadas– se han retrasado.

El cambio en la población se ha notado en los últimos años especialmente en las clases «medias y altas», pues son las que «están tomando conciencia de los buenos hábitos» y solucionándolo, como señala Serra. Según el investigador, esta situación se ha dado como consecuencia de la rápida transición rural al mundo urbano. «Ha cambiado el modelo alimentario y se ha desligado del anterior», insiste Serra, que concluye que esta situación se irá revirtiendo a medida de que la población se culturice sobre el tema. Y como señala, se trata de pequeños cambios: «Con comer una fruta de postre en lugar de una tarta o un dulce o agua en vez de refresco, puede ser suficiente».