El revuelo que se ha formado con los brillantes satélites Starlink no solo emana de los astrónomos e investigadores canarios. El mundo entero ha alzado la voz contra el atentado al cielo oscuro que los planes de Elon Musk han propiciado. Sin embargo, el filántropo ha reaccionado y ya ha está diseñando un método para evitar que sus satélites reflejen la luz solar invadiendo la oscura cúpula celeste visible desde la Tierra.

Desde su empresa Space X, Musk ha tenido reuniones con la Academia Nacional de las Ciencias, con la que ha alcanzado dos compromisos. Por un lado, se quiere diseñar una manera de que los satélites sean generalmente invisibles al ojo humano una semana después de su lanzamiento y, por otro, buscar una fórmula para oscurecer el cuerpo de los satélites para evitar que la luz solar se refleje y así no interferir en el trabajo de los observatorios.

El primero de los objetivos se quiere lograr cambiando la forma en que los satélites vuelan una vez empiezan a orbitar alrededor de la Tierra. La fórmula en la que han pensado pasa por modificar la orientación de sus «alas» dependiendo de la posición que tengan con respecto al Sol. Hasta el momento no se había planteado un cambio de diseño porque este despliegue de sus placas solares estaba diseñado tener mayor aerodinámica. Los Starlking están, de hecho, diseñados para volar a una altitud más baja que el resto de satélites tradicionales. «Hacemos esto para priorizar la seguridad del tráfico espacial y minimizar la latencia de la señal a los usuarios que obtengan internet con ella», señala en un comunicado la empresa. Debido a esta baja altitud, «la resistencia aerodinámica es un factor importante», remarca Space X, que señala que, por esta razón, se había propuesto que los satélites volaran con una configuración de «libro abierto», es decir, con sus alas totalmente desplegadas. Esto, sin embargo, provoca que la luz del sol incida directamente sobre ellas, y se refleje hacia la Tierra, generando la contaminación lumínica espacial que tanto ha sido criticada por los astrónomos alrededor del mundo.

Los cambios podrían generar problemas en la aerodinámica y en la productividad de las naves

Aunque señala que esta solución es más difícil, el filántropo no descarta poner en marcha los cambios en las alas del satélite , para esos momentos en los que el Sol esté en el mismo plano. «Esto reduciría la luz reflejada en la Tierra al reducir el área de superficie que recibe luz», señalan desde la compañía. Según señala Musk, actualmente se está trabajando en esto para implementarlo lo antes posible en todos los satélites, dado que se trata de un simple cambio de software que también repercutirá en aquellos que se encuentran ya operativos.

Pero la mayor apuesta de la empresa para acabar con esa «floración» del cielo, es decir, el impacto de una fuente de luz muy pequeña sobre la observación astronómica, es oscurecer el satélite.

Space X no garantiza que esta pueda llegar a ser una solución definitiva, dado que «no será posible crear satélites que sean invisibles para los equipos ópticos más avanzados de la Tierra». Sin embargo, estima que «al reducir el brillo de los satélites, podemos hacer que las estrategias existentes para tratar problemas similares, como el apilamiento de cuadros, sean dramáticamente más efectivas».

Parcheando soluciones

Esta solución consiste en diseñar satélites más oscuros a largo plazo y, en un breve periodo de tiempo, agregar una visera desplegable en el satélite para evitar que la luz solar impacte sobre las zonas más brillantes de la nave. La primera unidad, de otros 60 satélites, que contendrán este parche se mandará al espacio en el vuelo programado 9 de junio. Y, en el futuro, todos los satélites Starlink tendrán estas viseras.

El 9 de junio se lanzará una nueva unidad con viseras para evitar que se refleje el brillo solar

Asimismo, como señalan desde Space X los satélites de próxima generación, que aprovecharán las capacidades de lanzamiento únicas de Starship, se diseñarán específicamente «para minimizar el brillo y al mismo tiempo aumentar la cantidad de consumidores a los que puede atender con acceso a Internet de alta velocidad».

La empresa, por el momento, no ofrece más soluciones y advierte de que estos cambios podrían generar problemas en la aerodinámica y en la productividad de las naves. La empresa también proporciona información de las órbitas de los satélites en tiempo real en space-track.org «para facilitar la programación de observaciones», como reza el comunicado.