La Dirección General de Salud Pública considera «imprescindible» mantener las medidas vigentes para controlar la pandemia al menos tres meses debido a la «vulnerabilidad» en la que se encuentra Canarias por su condición insular, el incremento de la movilidad y el reinicio de la actividad turística. El informe en el que se ha basado el Gobierno para proponer que continúen el toque de queda, el cierre perimetral, la limitación de las reuniones y el control en puertos y aeropuertos advierte que la evolución del virus sigue siendo «inestable» y que, aunque ha descendido la contagiosidad, existe a día de hoy transmisión comunitaria del Covid y un impacto elevado en las unidades de críticos de los hospitales.

Salud Pública recuerda que el incremento de la movilidad que tuvo lugar en el verano de 2020, tras finalizar la desescalada del confinamiento, «conllevó la circulación del virus en nuestro territorio con mayor intensidad». Es verdad que en ese momento no había vacuna y que en la actualidad el proceso de vacunación está en pleno desarrollo pero, según el informe, «la vacunación no es suficiente como medida única de intervención para la contención de la epidemia en el contexto epidemiológico mundial». Por eso se recomienda tres meses más como un periodo de tiempo razonable «para avanzar en la cobertura vacunal y en el estado de conocimiento respecto a las incertidumbres en torno al comportamiento y penetración de variantes del virus y la efectividad de la vacuna en el ámbito poblacional de nuestra Comunidad».

El presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, aseguró ayer que va a defender «hasta el final» el documento de Salud Pública pese a los pronunciamientos judiciales. El jefe del Ejecutivo regional entregó el informe de Salud Pública a los portavoces de los grupos parlamentarios, documento sobre el que abundó en su contundencia y rotundidad en cuanto a que son «indispensables» las medidas que el Gobierno ha solicitado para evitar la expansión de la pandemia en las islas si se pasa a niveles 3 y 4. El informe aconseja mantener las medidas que «tan buenos resultados han dado en Canarias» y el Gobierno en su decisión política debe responder a lo que pide Salud Pública, insistió Torres.

Picos de incidencia

Según los técnicos, la aplicación de las medidas de actuación adoptadas de forma progresiva para el control de la transmisión del Covid-19 han conducido, sin necesidad de un confinamiento domiciliario, «a modular la altura de los picos de incidencia, a pesar de una mayor circulación del virus comparada con la situación de hace un año, lo que permite que el impacto sobre el sistema sanitario no sea de tal magnitud que sobrepase sus capacidades».

En relación con los niveles de alerta, Salud Pública ve «insuficientes» los niveles 1 y 2 «cuando se produce la coincidencia de determinados escenarios, como festivos, especialmente si se trata de periodos muy limitados en el tiempo y simultáneos de gran parte de la población (Navidad, Carnaval o Semana Santa, entre otros)». Por ello considera que el nivel 3 responde al impacto de una situación de incremento de contagios para estabilizar la curva y lograr que descienda.

El informe también se refiere a las variantes del virus, por lo que las posibles mutaciones pueden resultar perjudiciales para «evadir parcialmente la inmunidad provocada por la vacunación» y, en este sentido, «hay brotes familiares en Canarias con algunas de estas variantes».

La incertidumbre científica también se cierne sobre el papel de los vacunados en la transmisión de la enfermedad. «En la última actualización del Ministerio de Sanidad sobre el tema mantiene, ante la falta de evidencia, que los vacunados deben ser considerados contactos estrechos si no han cumplido con las medidas de prevención y se les considera casos y ser aislados, si tienen una prueba diagnóstica de infección positiva, con lo que sus contactos deben ser cuarentenados».

Tras un amplio análisis de la evolución del virus, contagios y mortalidad, Salud Pública ve «imprescindible» que la Comunidad Autónoma de Canarias «pueda seguir disponiendo de todas las medidas que han demostrado su efectividad en nuestro territorio y que han dado soporte a la disminución de la circulación del virus que son las medidas no farmacológicas». Estas medidas son las que se han ido fijando desde junio del año pasado y que se han ido actualizando durante el transcurso de la pandemia en función de la mayor o menor intensidad de los contagios. El tiempo recomendable de mantenimiento de las mismas es de al menos tres meses, es decir, hasta agosto, ya que es en el verano cuando se ha estimado que puede estar inmunizada el 70% de la población, cifra mínima para alcanzar la estabilización sanitaria de la pandemia con la cobertura vacunal, tener un mayor conocimiento de las variantes del virus y comprobar la evolución de los vacunados en aquellas franjas de la población que no entran en el grupo de más vulnerables. El informe de Salud Pública se remitió al TSJC para solicitarle su ratificación o no de las medidas.

El cribado en los aeropuertos, hasta julio

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha ampliado desde ayer lunes y hasta el 31 de julio el control obligatorio de pruebas Covid a viajeros nacionales que lleguen a las islas, según indica en un comunicado. Cuando un pasajero llega a Canarias procedente de otra región del territorio nacional, debe entregar un certificado de una prueba negativa en los puestos de control establecidos para tal efecto por la Consejería de Sanidad en los aeropuertos canarios que reciben vuelos nacionales. Esta nueva prórroga es efectiva desde este lunes y es «una medida necesaria para continuar con el control y contención de casos importados de coronavirus en viajeros procedentes de otros puntos del territorio nacional y mientras se acelera el ritmo de vacunación», afirma la Consejería en un comunicado. Desde su implantación, el 18 de diciembre de 2020, el cribado a los pasajeros que entran a Canarias desde el territorio nacional «ha sido una medida efectiva para el control de la pandemia, con un 87% de viajeros que han aportado una prueba negativa», se añade en la nota. Los viajeros que realicen transbordo de aeropuerto entre islas deben acudir al control del primer aeropuerto en el que desembarquen para presentar su certificado de prueba diagnóstica negativa. Asimismo, los viajeros que no presentaron el certificado, o que el mismo no fue validado, quedan identificados, registrados y son emplazados a realizar aislamiento hasta obtener el resultado negativo de una prueba diagnóstica en destino.