Tras graduarse en Psicología, Laura Ezama está realizando su tesis en la Universidad de La Laguna estudiando el alzhéimer y sus posibles causas. Hace apenas unos meses, la futura neurocientífica accedió a ser la nueva presidenta de la Asociación de Jóvenes por la Investigación de Tenerife (Jinte) y ya ha contribuido a que el Parlamento de Canarias apruebe una PNL en defensa de la ciencia en las Islas.

¿De dónde surge la propuesta que realiza Jinte en el Parlamento de Canarias?

No creo que sea algo que surja de manera espontánea y puntual. Es algo que se lleva barajando desde hace varios años porque está claro que la situación en investigación es precaria en la actualidad. La investigación en España todavía necesita ser impulsada. El PIB español no está igualado al PIB europeo, y en Canarias estamos aún peor. Eso hay que trabajarlo, porque todo lo que sea inversión en investigación es lo que mueve un país.

¿Qué le parece que se actualice la Ley de la Ciencia de Canarias, tras 20 años?

Sinceramente agradezco que hayamos abierto una ventana donde entra aire fresco. Se está considerando la opinión de todos y desde la ACISII y bajo la dirección de Carlos Navarro, se ha estado batallando para tirar para adelante durante el último año. Lo que pasa en Canarias a veces es que uno espera que le den la financiación para luego ver qué se hace. La ACISII está innovando, especialmente en cómo adaptarse a las nuevas necesidades.

¿Qué cree que adolece el sistema científico en Canarias, más allá de la financiación?

Yo creo que necesita un cambio conceptual. Entender qué es lo que se está haciendo en ciencia en Canarias, pero sin plantearlo como algo elitista. Que se entienda por qué es necesaria y por qué necesitamos invertir en ella. Después tendríamos que encontrar una diversificación de la economía que sería una consecuencia directa de ese cambio conceptual. Una vez cambiemos el sistema económico, ya sería cuestión de readaptar todo el planteamiento sobre la gestión.

¿Cómo vive un joven investigador en Canarias?

Hay diferentes perfiles y depende de las retribuciones que obtengas. Cuando accedes a un programa de doctorado en España, o en Canarias, no significa que vayas a obtener financiación. Primero consigues tu plaza como estudiante de doctorado y luego, empiezas a aplicar por un contrato laboral, que eso llegará solo si tienes suerte, nota media y currículum. Todavía está presente este mito de que eres estudiante y ya está, pero realmente cuando tú desarrollas un trabajo que aporta productividad y financiación al laboratorio, eso significa que estás trabajando. No hay que olvidar que los estudiantes de doctorado no son estudiantes de primero de carrera, son personas que ya están formadas, con su carrera y su máster, y que lo que están haciendo es hacerse expertos en un tema determinado.

Esa búsqueda de la experticia evoca a los residentes de medicina. Ellos están especializando pero a cambio de un sueldo reglado, ¿por qué no se ha hecho lo mismo con los jóvenes investigadores?

Aparte de que son profesiones diferentes, yo creo que sucede debido a las diferencias entre programas de doctorado, especialidades, ramas y, por supuesto, la jornada, que tiene mucho que ver con la autogestión. Es decir, cuando entras al MIR tienes que cumplir sí o sí, mientras que un estudiante de doctorado es más autónomo.

¿Cómo han vivido la Covid los estudiantes de doctorado?

Vemos una frenada total de las tesis doctorales en el sentido de que todas las tesis que llevaran laboratorio o aplicación técnica de algo han tenido que pararse por seguridad, lo que supone un retraso considerable en las tesis doctorales en Canarias. Es algo sobre lo que habría que tomar partida. El Ministerio está batallando para ver si sus contratos doctorales puede ampliarlos, pero sería interesante que desde la ACISII también lo trabajaran.