Cuatro meses es lo que los médicos temporales del Servicio Canario de la Salud (SCS) han prolongado su tregua. Cuatro meses en los que, según denuncian, no ha habido avances ni con la Administración autonómica ni con la estatal que permitan dar una e satisfactoria a su principal demanda: resarcir el daño que han hecho casi dos décadas de abuso de contratación. Dos de cada tres facultativos especialistas de área en el sistema sanitario canario cuenta con un contrato temporal y de ellos, el 80% lleva años concatenando contratos eventuales, lo que para el colectivo supone un «abuso» y un «fraude de ley» que la propia comunidad autónoma debe resarcir.
La situación viene generada por la falta de convocatorias de ofertas públicas de empleo en casi dos décadas. «En 19 años tan solo hemos tenido una OPE, la de 2007, con tan pocas plazas que aunque muchos se presentaron fueron pocos los que la consiguieron estabilizarse», señaló Dácil García, portavoz de la Mesa de Confluencia de Médicos de Canarias que es el principal promotor de esta huelga que se llevará a cabo –en principio– también el 10 y el 11 de mayo. A las afueras del Hospital Universitario de Canarias (HUC) se congregaron más de un centenar de profesionales para ejercer su derecho a huelga entre pancartas en las que solicitaba estabilidad laboral («SOS. No más abusos. Estabilidad laboral ya. Soy un temporal en abuso») o señalaban directamente al que consideran el principal responsable de su precaria situación («Presidente Torres no abuse más de los médicos»).
Entre vítores continuos en los que, a coro, solicitaban la «consolidación», los médicos temporales reivindicaron, una vez más, su necesario papel en la sanidad pública y la urgencia de encontrar una solución rápida a esta circunstancia. La propuesta que llevan haciendo más de un año y medio al Servicio Canario de la Salud (SCS) y al Gobierno de Canarias pasa por que se reconozca la situación de abuso que han atravesado y se configure un proceso selectivo restringido en el que solo concurra este personal «abusado» –unos 1.900 médicos en toda Canarias–, con el fin último de que todos ellos puedan conseguir una plaza fija.
