Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Cruz Roja, el presidente de la institución, Antonio Rico Revuelta, expone de qué manera se han visto afectados por la crisis sanitaria, a la que se suma otra migratoria. Asimismo, esclarece las líneas de acuación para lograr un mundo más justo y equitativo.

¿Qué supuso estar al frente de la Cruz Roja en Canarias cuando estalló una pandemia mundial?

Fue una sorpresa y una incertidumbre. Estar al frente de una organización tan importante como Cruz Roja en una crisis sanitaria como la que hemos vivido ha supuesto una responsabilidad muy grande que ejecutar. Como no podía ser de otra manera, la Organización se puso a la disposición de todas las administraciones para aportar su granito de arena y aminorar el efecto de la crisis.

¿De qué manera se ha visto incrementada la actuación de la ONG y en torno a qué causas?

Tenemos una presencia muy importante en toda la sociedad, desde mayores hasta los más jóvenes. Indiscutiblemente la crisis sanitaria derivó pronto en una social y nos encontramos con una situación de fragilidad a la que dar respuesta, una respuesta con distintos esfuerzos. Nos pusimos en marcha y aglutinamos toda la voluntad de la Cruz Roja hacia intentar aminorar el impacto de esta nueva crisis. En 2019 atendimos a 90.000 personas, mientras que en el 2020 fueron 250.000 personas. Solo en el Plan Responde asistimos a 160.000 personas. Nos hemos visto abrumados por una cifra, pero hay que tener en cuenta que, aunque los números son importantes y están ahí, detrás de ellos hay una persona con un nombre y un apellido que lo está pasando mal. En este Plan Responde hemos tenido 3.600 voluntarios trabajando en él, siendo 16.500 el total en toda Canarias.

¿Han temido no tener capacidad logística para abastecer a todas las personas necesitadas?

Tuvimos mucha incertidumbre. En un principio pusimos fondos propios para intentar dar respuesta, pero vimos cómo esos fondos disminuían con demasiada rapidez y debíamos buscar colaboradores que nos ayudaran. Toda la sociedad se ha volcado en nuestra institución. Las empresas, los particulares, nuestros socios, los profesionales de nuestra organización y las administraciones, haciendo posible amortiguar la situación de crisis en las familias canarias.

¿Qué papel ha jugado el programa de acompañamiento a mayores en un año tan solitario?

Hemos llamado a más de 70.000 personas para que simplemente hablaran con nosotros y pudiéramos darles consejos sobre qué podían hacer. Al principio de esta pandemia hubo muy pocas cosas claras, y la sensación de miedo y soledad necesitaba una voz que tranquilizara y diera información fidedigna. Algo tan simple como llevarles las medicinas de la farmacia es una de las actividades que Cruz Roja desempeña para intentar conformar una sociedad amigable para todos, donde cualquier persona, con discapacidad, mayores, jóvenes... pueda vivir en armonía y de la forma adecuada.

¿Cuál es el protocolo ante la llegada de migrantes?

El protocolo es sencillo y complejo. Por un lado, lo que hacemos es organizarnos con el resto de intervinientes, Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Policía Nacional, etc., para montar los elementos que nos permiten dar cobertura humanitaria cuando llegan a pie de puerto. En ese momento les ayudamos a cambiarse, asearse y, como llevan varios días en el mar, les ofrecemos té, agua y galletas, pues existen diversos factores médicos que desaconsejan la alimentación inmediata. Debemos tener en cuenta que la ruta atlántica es muy dura, tiene un alto índice de mortalidad. Si nosotros nos angustiamos al estar de cuclillas veinte minutos, imagínese esto durante varios días, con una alimentación inadecuada o escasa y sin poder moverse. Cuando les hemos estabilizado y comprobamos si necesitan o no asistencia médica, nuestra actividad finaliza y los migrantes pasan a depender de la Policía Nacional.

¿Cuál es la preparación de los voluntarios que les acogen?

El voluntariado no se hace por deseo espontáneo, dedicamos esfuerzos y una inversión importante a su formación sanitaria y de habilidades sociales. De esta manera, las personas que llegan con miedo tras esa dura travesía, donde en numerosas ocasiones sus derechos humanos han sido vulnerados, se ven acogidas y cuentan con un apoyo psicológico suficiente y una seguridad sanitaria garantizada. El esfuerzo dedicado a esta formación se ve recompensado con creces, porque los voluntarios aportan muchísimo al valor de la institución.

¿Están los voluntarios vacunados al estar en primera línea?

Estamos esperando a que el Servicio Canario de Salud nos indique en qué puesto estamos para la vacunación.

Algunas personas ven innecesario prestar asistencia básica a los migrantes, ¿de dónde radica esta postura?

Yo creo que Canarias es una sociedad acogedora y son elementos incendiados por intereses particulares que en un momento determinado ha hecho más ruido del que verdaderamente existe. No nos podemos entretener en eso. Considero que hay que pasar página y reconocer el gran apoyo que tenemos por la mayoría de la sociedad, que respalda el esfuerzo que la organización hace con cualquier persona que sufre, sin distinciones. Quien necesite una mano amiga aquí nos tiene a los profesionales y voluntarios de Cruz Roja para dar respuesta a su situación de complejidad o vulnerabilidad. Debemos dedicarnos a intentar conseguir empleabilidad, especialmente para los más vulnerables, centrarnos en los mayores intentando paliar su soledad, trabajar por la igualdad, atender a las mujeres víctimas de violencia, escuchar a los jóvenes que por segunda vez han visto retrasados sus proyectos de vida y también trabajar por el medio ambiente, porque Cruz Roja se compromete con dejar a las futuras generaciones un mundo si no mejor, al menos igual al que tenemos.

¿Qué se prevé para Canarias en los próximos meses?

La situación va a seguir siendo compleja y tenemos que trabajar en temas de empleo y la soledad de los mayores. Además de un compromiso que vamos a desarrollar con la juventud y el medio ambiente. Estas cuatro líneas, junto con la igualdad, que siempre debe estar presente, son las que van a enmarcar toda nuestra acción durante este 2021 y probablemente los próximos años.

¿Qué proponen para la distribución equitativa de las vacunas?

Tiene que implicar a todos los países. Ni siquiera la globalización que se produce en el mundo nos va a permitir que podamos olvidarnos de los países pobres. Aquellos más favorecidos deben hacer un esfuerzo para hacerles llegar la vacuna. No nos podemos olvidar de que el deterioro del medio ambiente va a propiciar nuevas amenazas. Debemos tener un mundo nuevo en el que respetemos la naturaleza, que ejerce de barrera contra la transmisión de enfermedades entre animales y humanos. Cuanto menos la protejamos, más probabilidades habrá de que estos virus lleguen a nosotros por nuestra convivencia íntima con animales salvajes y el escaso respeto al medio ambiente.

Hablaba en otra entrevista de llevar a la sociedad a su punto más humano, ¿cómo se consigue esto?

Todos debemos poner un granito de arena y aunar voluntades para lograr una sociedad más justa y equitativa que permita desarrollarnos con lo que ya poseemos. No necesitamos grandes cosas para intentar ser felices. Espero que el Día Mundial de la Cruz Roja nos permita cambiar un poquito el mundo.