Cathaysa Brito, Cynthia Pérez y Diana Gómez el pasado Día de la Madre estaban embarazadas y confinadas. Hoy aprovechan este día para contar cómo ha sido el primer año de maternidad.

Hace un año, Cathaysa Brito, Cynthia Pérez y Diana Gómez vivían su primer Día de la Madre, sin conocer aún a sus bebés. El confinamiento las cogió en el último trimestre del embarazo y les impidió celebrar el día como esperaban. Hoy viven esta festividad tan especial con sus hijos en brazos, después de haber pasado un casi primer año de maternidad marcado por la pandemia.

Olivia, Elaia y Mateo abandonaron las barriguitas de sus mamás entre mayo y julio, cada uno a su manera. Elaia, por ejemplo, no se llegó a colocar bien, porque su madre, Cynthia Pérez, no pudo caminar mucho durante los meses de confinamiento. El día 15 de mayo nació por cesárea en el Hospital Universitario La Candelaria, Pérez recuerda el momento con «infinita alegría por verle la cara a la niña, pero con mucha tristeza porque me sentí muy sola». Y es que el padre solo pudo pasar con ella y con el bebé la primera noche de los cuatro días en los que estuvo ingresada. La soledad sumada «a los dolores de la operación, las hormonas y la mascarilla» y no hicieron que el parto fuera como Pérez imaginaba. Además, esperaba que su familia estuviese ahí para acompañarla al salir de quirófano, y solo pudo estar su madre y su pareja se quedó esperando en el pasillo. 

Cathaysa Brito, en cambio, agradeció que no se permitieran visitas. «Después de trece horas de parto estás hecha polvo, no te apetece que esté viniendo todo el mundo a verte». Olivia, su hija, nació el 7 de julio en una clínica privada, una decisión tomada a raíz de la crisis sanitaria, para que e su marido pudiese estar durante todo el proceso. «Está siendo la mejor experiencia de mi vida, creo que nací para ser madre».

Diana Gómez tampoco tuvo complicaciones, su hijo, Mateo, nació el 29 de junio en el Hospital Universitario La Candelaria, en un momento en el que las restricciones ya no eran tan estrictas, «fue todo muy bien porque mi pareja me pudo acompañar al paritorio». Además, su madre pudo viajar desde Valladolid para estar en el parto y los días posteriores.  

El primer año de maternidad nunca es fácil, pero menos para estas madres que se han tenido que enfrentar al miedo al contagio, primero durante el embarazo y después del nacimiento. «A mi hija nadie que no seamos, el padre o yo se le acerca sin mascarilla, y eso supuso una guerra, la gente no entiende que no quisiera que la cogieran o le dieran un beso», explica Brito. Cynthia Pérez exige que las personas que entren en su casa se quiten los zapatos y se pongan la mascarilla y desinfectante, «no evito que nadie vea a mi hija, pero sí que empiezas a restringir salidas con amigos, porque depende del cuidado que tenga cada persona». Diana Gómez añade, incluso, el miedo a ir al hospital cuando Mateo está enfermo, «por si se contagia». «Si ya de por sí a las madres no nos gustan que estén cogiendo y besando al bebé, ahora con el Covid es imposible».

Además, ha influido en la relación que tienen con la familia. Diana es de Valladolid y allí viven sus padres, que aún no conocen a Mateo. «Tenemos planeado un viaje para final de mes para que, por fin, pueda conocer a sus abuelos». Cynthia Pérez tiene una familia muy extensa repartida entre Gran Canaria, La Palma y La Gomera, y tampoco ha podido presentarles a Elaia. «Mi abuelo, desde que se puso la vacuna en marzo, vino desde Gran Canaria a conocerla, me dijo: si no me mata el Covid, me muero de viejo y no voy a verla», así que no dudó un segundo en viajar, a pesar de las circunstancias, para verle la cara a su biznieta, cuenta Pérez, que también tiene una abuela en un centro en La Palma, pero no conoce a Elaia porque las visitas están restringidas. «Pensar en tener que verla a través de una mampara y no poder ponerle a la niña en brazos me parte el alma». Cynthia suple esta carencia con vídeos que graba diariamente y sube al estado de Whatsapp, restringido a sus familiares, para que puedan ver el día a día de Elaia.

Otro de los ámbitos en los que estas madres se han visto afectadas ha sido en la conciliación laboral. Muchas guarderías están cerradas, han reducido sus jornadas o sus aforos, lo que dificulta la vuelta al trabajo de estas madres. Cynthia Pérez, educadora social, ha podido reincorporarse al trabajo gracias a la ayuda de su madre que cuida de Elaia mientras su pareja y ella trabajan. Diana, profesora, se reincorporó al trabajo en enero y, desde ese momento, hasta marzo, Mateo se quedaba con su padre que estaba de baja por paternidad. «Cuando se nos acabó la baja a los dos, me tuve que pedir asuntos propios, porque todavía no me atrevo a dejarlo en una guardería hasta que el tema del covid mejore un poco». Cathaysa decidió no reincorporarse al trabajo, su intención inicial era volver a los seis meses, pero la imposibilidad de llevar a Olivia a un centro infantil la obligó a tomar la decisión que hizo que su primer año de maternidad sea «mucho mejor de lo que esperaba».

Las tres contrataron un seguro privado, porque las consultas públicas tenían que ser telefónicas y a las presenciales solo puede entrar uno de los progenitores. Además, no recibieron ningún tipo de orientación sobre asuntos como la lactancia. «Después de la cesárea no me hicieron seguimiento, ni me llamaron nunca, de hecho, tuve que insistir para que me revisaran», critica Cynthia Pérez. «Hace un mes, Olivia se puso mala de laringitis y no me dejaron llevarla al hospital , por si acaso que fuese Covid», comenta Cathaysa. 

Además de las consecuencias que puedan sufrir estas madres, sus hijos, se están criando en un mundo en el que no existen los parque, las caras llevan integradas mascarillas y los contactos se reducen, casi exclusivamente, a mamá y papá. Olivia, con solo nuevemeses, sabe echarse gel en las manos y Ealia llora cuando ve gente desconocida. «Me encantaría poder llevarla al parque y que se tire por el tobogán y juegue con la tierra», comenta Brito. «Nos mudamos auna casa con patio y tiene ahí una piscina de bolas y hueco para gatear y caminar, para que le de un poco el sol», explica Pérez.

Cathaysa Brito, Diana Gómez y Cynthia Pérez celebrarán hoy el Día de la Madre y, esta vez sí, en compañía de sus bebés y sus familias. Gómez, no podrá estar cerca de su madre pero lo celebrará con Mateo y la familia de su pareja. En cambio, Pérez la pasará con su familia y su madre, porque es su suegra la que no podrá desplazarse desde La Palma. Brito irá al campo con su marido y Olivia, los tres solos, porque «es un día muy especial». Aunque no se olvida de su madre y de su suegra, con las que lo almorzó ayer para celebrarlo. Estas madres conmemoran hoy, en palabras de Cathaysa Brito, el amor en su dimensión más grande y la cosa más trascendental que harán en sus vidas.