La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha rectificado su decisión de dejar de exigir tests contra el coronavirus a los viajeros que lleguen a las Islas desde la Península y los que se desplacen entre islas del Archipiélago, tal como anunció este viernes. Por tanto, se mantiene la exigencia de presentar una prueba diagnóstica que acredite estar libre de coronavirus para entrar a las Islas.

Así, las autoridades sanitarias canarias había decidido que ya no era necesario que los viajeros se hicieran un test para entrar a Canarias desde la Península ni tampoco para que los residentes se trasladasen entre islas. Tras la Semana Santa, la Consejería de Sanidad había dado por zanjada su labor de control en los puertos y aeropuertos de las Islas para evitar que, en los periodos de alta movilidad, entraran a las Islas casos importados bien de otras islas o del resto del país. No obstante, en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, que permanecen en nivel 3, se había decidido mantener su cierre perimetral.

Por tanto, y tras esta rectificación de Sanidad, las personas que lleguen desde la Península seguirán teniendo que presentar una prueba diagnóstica, tal y como ha venido ocurriendo desde hace casi cuatro meses. La medida, que se puso en marcha el 18 de diciembre y hasta después de Semana Santa para cubrir los períodos de alta movilidad, detectó 753 casos positivos.