El Colegio Nuryana acoge al MakerSpace Hangar Kreitek, un espacio de innovación e invención que reúne, desde hace seis años, a personas amantes de la tecnología que comparten ideas y creaciones colectivas entre sí y con otras comunidades maker del mundo. Un equipo de más de 30 profesionales y 300 simpatizantes, con un bagaje y experiencia muy amplia, sobre todo en los ámbitos de la informática, la programación y la ingeniería, comparten espacio y experiencias con personas que están empezando y que necesitan tanto los conocimientos como la motivación. Para uno de sus fundadores, el tecnólogo Luis Gonzalo Aller Arias, “ubicar un marketspace en un colegio es una simbiosis maravillosa, ya que permite incentivar el talento”.

Entre sus actividades habituales se encuentran algunas de divulgación y formación como charlas y talleres sobre nuevas tecnologías, así como la creación de manuales de instrucciones para uso de tecnología o el apoyo a proyectos externos. Buscar nuevos usos para la realidad virtual y aumentada, diseñar robots y drones que hagan cosas útiles o la creación de nuevas fuentes de energía sostenibles, así como aplicar la tecnología para facilitar el crecimiento de las plantas son algunas de las áreas de trabajo estrellas de Kreitek.

Grupos de makers de todo el mundo comparten a su vez sus trucos, trabajo e innovaciones a través de grupos de Telegram. En concreto, el nombre Kreitek viene del esperanto al unir “Krei” (crear) con la palabra “Tek” (tecnología) y pretende representar al lugar donde crear, compartir y enseñar tecnología.

“Nuestras actividades son muy diversas, pero todas tienen en común su función de ampliar los conocimientos y la imaginación de las personas de una manera amena, creativa y constructiva”, explica Gonzalo. Esta asociación se enmarca en el movimiento maker, que promueve la invención e innovación a través del diseño de prototipos. No persigue fines económicos o modelos de negocio: su motor es la pasión por hacer y por compartir ideas y creaciones colectivas.