Pacientes con diagnóstico positivo de Covid-19 y sospechosos que se mezclan en la zona de Urgencias habilitada para estas personas, ambulancias que se agolpan a las puertas del servicio de atención urgente sin camillas para cubrir la demanda, la atención a los migrantes de los campamentos de la Esperanza y Las Canteras, que se tratan como a sospechosos Covid-19 a pesar de acudir por cualquier patología, y una cuarta ola en ciernes bloqueando la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI). Son los ingredientes que han llevado a los trabajadores de las Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), a través del sindicato UGT, a denunciar el caos organizativo que se está viviendo en el centro hospitalario, poco menos de un año después de que la coordinación del servicio sufriera un cambio abrupto durante el primer estado de alarma.

“El resultado de la estrategia actual es la situación de bloqueo del Servicio de Urgencias del HUC, la cual repercute de forma drástica en la asistencia urgente”, afirma Francisco Bautista, secretario general de la federación de servicios públicos de UGT, que señala directamente a la Gerencia del centro hospitalario, en manos de Mercedes Cueto, y al actual coordinador del servicio, Juan Luis Alonso, como responsables de haber llegado a esta situación. El sindicalista asegura que “no se ha trazado un plan de contingencia efectivo, realista y a la altura de las circunstancias actuales” e insiste que, aunque “es fácil achacar las deficiencias en gestión a la Covid-19”, la realidad es que “se deben a errores de gestión diaria y de planificación asistencial”. Desde que se cesó en el cargo de coordinación al médico de Urgencias, Guillermo Burillo, las rencillas entre los trabajadores y el responsable actual se han sucedido. La última chispa ha surgido en el momento en el que el coordinador ha impuesto unas nuevas guardias localizadas –hasta el momento inexistentes– sin el consenso de sus subordinados y modificando “sustancialmente” las condiciones de trabajo.

En un escrito, remitido desde el sindicato a la dirección del centro hospitalario, se advirtió del “malestar” que había provocado entre el colectivo la imposición de “un nuevo cuadrante de una guardia localizada sin día libre compensatorio”. Se trata de una medida para poder paliar la falta de personal que durante los últimos meses “ha desestabilizado los turnos, ya de por sí ajustados”, como señala el coordinador de Urgencias en un escrito remitido a los médicos. Esta decisión sin embargo se tomó sin tener en cuenta a los trabajadores, a pesar de que en una reunión con el coordinador se les había asegurado que “habría diálogo” y no sería una medida impuesta, finalmente se procedió a realizarla sin ningún tipo de consenso.

El hospital, por su parte, asegura que el único objetivo de esta decisión es la de “ garantizar la asistencia urgente de los pacientes y más en un momento de pandemia. Como relata, el centro “no contaba con ningún mecanismo para cubrir estas incidencias que ocurren en situaciones puntuales”. Esta medida supone realizar una guardia localizada desde las 8 a las 23 horas -es decir 15 horas- cada 30 o 35 días.

Los médicos, sin embargo, no podrán disfrutar de un día libre posterior –la situación conocida como saliente de guardia–, sino que, en su lugar, recibirán la retribución económica prevista en la orden de retribuciones del SCS por esta guardia localizada. El sindicato se reunirá durante el día de hoy con la Gerencia del Hospital Universitario de Canarias (HUC), en un encuentro en el que se debatirá justamente sobre esta contingencia. “Si no se corrige, no dudaremos en acudir al juzgado”, adelantó Bautista, quien calificó con el término de “mafia” al centro hospitalario. “Sigue siendo un chiringuito porque se creen que ellos están al margen de las normas del SCS y siguen intentando controlar el HUC en contra de sus trabajadores”, aseveró.