Desde que se lanzara al mercado, la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, creada en la Universidad de Oxford ha estado en entredicho. Primero, los expertos recomendaban que no se inoculara a los mayores de 65 años, y luego, un episodio relacionado con la aparición de casos de trombos hizo que muchos países, entre ellos España, parara la administración del fármaco.

La EMA se encuentra investigando el caso, y hace unas semanas ya ratificó el fármaco, y aseguró que la vacuna de Astrazeneca era segura y eficaz. Ahora, un grupo de investigadores liderados por el alemán Andreas Greinacher podría haber dado con esa relación entre el fármaco y los trombos. Según el estudio que recoge la revista especializada Science, estos trombos estarían relacionados con las personas que tienen una cantidad de plaquetas baja, pues la inyección hace que este elemento de nuestro organismo disminuya notablemente.

En cualquier caso, este efecto se puede tratar fácilmente con inmunoglobulinas, por lo que la vacunación con el fármaco puede continuar. Además, hay que recordar que los casos de trombos se dan con un ratio de 1 persona entre un millón vacunadas.