El obispo de la Diócesis de Canarias, José Mazuelos, ha alertado de que Cáritas se encuentra "al límite de sus capacidades" por el aumento de los isleños y migrantes que acuden solicitando ayuda.

En una carta a los fieles, ha señalado que en los últimos meses se ha detectado un "importante incremento" en el número de personas que se acercan a estos servicios.

Aquí, apuntó que la crisis socioeconómica, acentuada por la pandemia, ha complicado las condiciones de vida de las familias más vulnerables del archipiélago, a lo que hay que sumar la crisis migratoria, "que acentúa las dificultades en el reconocimiento de los derechos de los personas, ya que muchos de ellos no pueden continuar su proceso migratorio hacia la península y Europa y se ven obligados a vivir una situación de absoluto desamparo, sin techo y como personas sin hogar".

Mazuelos expuso que los cooperadores de caritas perciben la insuficiencia de los organismos públicos en la atención y en el reconocimiento de los derechos de los migrantes, en especial en el derecho a la movilidad, a la alimentación y a la vivienda.

Recuerda a los gobernantes que Canarias es una comunidad más

"Las instituciones públicas --insistió-- no pueden olvidar la obligación de proteger a los más desfavorecidos. Nuestros gobernantes no pueden olvidar que nuestra comunidad canaria es una más de las comunidades nacionales que forman nuestra nación, donde todos tenemos los mismo derechos y servicios fundados en la igualdad y la solidaridad. No se puede ignorar el derecho a la movilidad y la necesaria cooperación solidaria de todas las comunidades autónomas".

Por otro lado, el obispo ha resaltado que son muchas las personas, empresas y entidades del archipiélago que hacen posible la labor caritativa de la Iglesia gracias a su ayuda y aportaciones, Pero hemos de ser conscientes de que queda mucho por hacer y las necesidades siguen en aumento.

Llamamiento a la solidaridad

Además, hizo un llamamiento a la solidaridad "de todos" para poder permanecer al lado de los más perjudicados por esta crisis sin precedentes. "Junto a la ayuda económica que pueden hacer efectiva a través de donativos o de una suscripción, también se necesitan colaboradores que acompañen a personas en situación de exclusión social, especialmente traductores de francés y árabe, así como personas que se integren en nuestro servicio jurídico ofreciendo asesoramiento legal", apuntó.

Finalmente, Mazuelos expuso que también se precisa urgentemente a personas con competencias digitales para dar asesoramiento y colaborar en la gestión de ayudas sociales de forma telemática.