Decenas de jóvenes se han concentrado este viernes frente al Congreso de los Diputados para pedir a las autoridades "medidas reales y ambiciosas" contra el cambio climático y para mostrar su descontento con el borrador de la futura Ley del Clima que se está tramitando actualmente en el Parlamento.

Amparados bajo el movimiento Fridays for Future, en coordinación con la Juventud por el Clima, "más de doscientos manifestantes", según los convocantes, han realizado una sentada en pleno de centro de Madrid para demandar que deje de haber "promesas vacías", como rezaba el lema de la concentración, una protesta que estaba convocada también en otras ciudades españolas y europeas.

Rubiera: "No hay tiempo para discursos vacíos, necesitamos acciones valientes"

"Irónicamente, esta narrativa internacional de 'No More Empty Promises' ha coincidido con la tramitación en el Congreso de la futura Ley del Clima, una ley que nos tiene muy descontentas porque pensamos que es tremendamente poco ambiciosa para los estándares internacionales, para el IPCC y el acuerdo de París", ha señalado a Efe Irene Rubiera, portavoz de Fridays for Future en Madrid.

"No hay tiempo para discursos vacíos, necesitamos acciones valientes y ambiciosas. Y las necesitamos para ayer", ha añadido Rubiera.

En la concentración se han podido ver pancartas con consignas como "If you won't act like adults, we will (si no actuáis como adultos, nosotros podemos)"; "El planeta no se vende"; "¿Cuántas pandemias hacen falta para que empecéis a actuar"; "Change you life, no your climate (cambia tu vida, no tu clima)" o "Para cambios sin precedentes hacen falta medidas sin procedentes".

El movimiento de jóvenes ecologistas suma también otro mensaje a su protesta: "La precariedad de la juventud y del ecofeminismo", añade Rubiera, quien remarca que "sin justicia social no hay justicia climática posible".

"¿Cuántas pandemias hacen falta para que empecéis a actuar"

Según el manifiesto de Juventud por el Clima: "La crisis climática enturbia el futuro de la juventud a nivel internacional, poniendo una espada de Damocles sobre la cabeza de las nuevas generaciones.

"A esto se suma, en el Estado español, la precarización de los sectores más jóvenes de la población, con un 40 % de paro entre los menores de 25 años. Esto genera una sensación no ya de vivir, sino de sobrevivir, insostenible para muchas personas, así como una salud mental debilitada. La pandemia de la COVID–19 ha llevado hasta el extremo esta realidad precaria", recoge el texto.

Esta precariedad, estas dificultades que denuncian ,se viven y sienten de manera "mucho más intensa" por los colectivos más vulnerables "e históricamente maltratados".

"Las mujeres, especialmente aquellas más empobrecidas, disidentes, trans, defensoras y del Sur global son quienes sufren en mayor medida las consecuencias del actual modelo productivista. El hecho de que la humanidad esté en deuda constante, tanto ecológica como con tantos colectivos, obliga a pensar en un obligado cambio de raíz, priorizando y convirtiendo en cotidiano los cuidados, el afecto y lo común", concluye.