La lanzaroteña Angelina González Quintero (Lila), a punto de cumplir 101 años, se mostraba “contenta” el pasado viernes tras inmunizarse contra el coronavirus, de lo que presume.

Esta vecina de Mancha Blanca, localidad donde se ubica el santuario de la Virgen de Los Dolores, patrona de la Isla, en el municipio de Tinajo, recibió la segunda dosis de la vacuna el pasado viernes de manos de sanitarios del equipo de vacunación de San Bartolomé, señala el Hospital Doctor José Molina Orosa.

Lila ocupa el tiempo de su centenaria vida haciendo rosetas canarias, “una minuciosa tarea que requiere de toda su atención, dado que hay que contar bien los espacios para dividir las agujas en el cojín y no saltarse ningún hilo”, indican desde el centro hospitalario.

Lila elaboraba esa artesanía en el taller de costura que montó su madre, Angelina Quintero, con la que cosía diversas prendas para poder subsistir entre tanta penuria.

En 2018, a sus 98 años, fue pregonera de las fiestas de San Roque, en Tinajo, en cuya iglesia se casó en 1940 cuando tenía 19 años. Entonces afirmó que tenía la sensación de haber “vivido mucho”, pasar momentos “muy complicados y, por supuesto, también momentos felices, aunque creo que han sido más los malos que los buenos”.

Lo que sin lugar a dudas no se imaginaba Lila, pese a las dificultades familiares y económicas -su madre perdió a tres de sus hijos de entre 2 y 5 años en una semana y su padre, Juan González, se fue a Argentina a hacer fortuna y jamás regresó- era ser testigo de una pandemia como esta ni del confinamiento que paró la vida en el mundo, del que hoy se cumple un año en España. De momento, Lila ha añadido otra gesta a su larga existencia, inmunizarse contra el coronavirus.