El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado al Servicio Canario de Salud (SCS) por una negligencia médica que acabó con el fallecimiento de un recién nacido en el verano del 2015, después de que no se le hiciera una intervención quirúrgica a tiempo en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) por un problema en el intestino llamado enterocolitis necrotizante. Por ese motivo, el citado organismo dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias tendrá que indemnizar a los padres del niño fallecido con más de 63.000 euros. El TSJC desestimó el recurso interpuesto por el SCS después de una sentencia que le fue desfavorable en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Santa Cruz de Tenerife.

La madre del bebé, vecina de La Laguna, explicó que en enero del 2015 le confirmaron que estaba embarazada de gemelos, que compartían placenta, pero cada uno tenía su propia bolsa amniótica. En la vigésima semana, se comprobó que sufrían el llamado Síndrome de Transfusión feto-fetal (es decir, que un gemelo recibía mucha alimentación y el otro, no). La madre fue operada con éxito en el Hospital Clínic de Barcelona y el proceso siguió con normalidad.

En la semana 34 y 5 días, se provocó el parto, pues uno de los gemelos ya no tenía bienestar fetal. El nacimiento se produjo el 14 de agosto con normalidad. El más pequeño (que hoy vive) pesó un kilo y 700 gramos, mientras que el mayor, dos kilos y 400 gramos. Ambos fueron a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Como estaba en buen estado, el mayor fue trasladado a cuidados intermedios 12 horas después. Era alimentado por biberón y por la nariz.

Al día siguiente, 15 de agosto, festivo y sábado, el bebé empezó a tener signos de sufrir enterocolitis necrotizante (una inflamación) en el intestino delgado. Le pusieron medicación, pero no fue suficiente. La progenitora recuerda que su hijo necesitó un neonatólogo experto en prematuros y un cirujano pediátrico, “pero ninguno de ellos estaba de guardia ese día”. El personal que se hallaba ese día de servicio llamó por teléfono al equipo de cirugía, quien, en base a las radiografías y ecografías hechas al recién nacido, estimó que no era necesaria la exploración de un cirujano.

El domingo 16 de agosto tampoco se operó al neonato. Y el lunes se incorporó el equipo de cirugía pediátrica, que decidió practicar una cirugía urgente, “pero ya era muy tarde”, según comenta su madre. Los padres indican que una solución eficaz al problema del niño hubiera sido trasladarlo de forma inmediata a una distancia de dos kilómetros y medio, al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (Hunsc), donde sí contaban entonces con un equipo de cirugía pediátrica de guardia las 24 horas. Y así figuraba en el protocolo hospitalario de la Isla, comenta la denunciante.

Pero el menor nunca salió del HUC. Tras la operación, un facultativo le dijo a los padres que se le podría someter a un transplante en el Hospital La Paz de Madrid, pero otro les dijo que se prepararan para lo peor. El recién nacido falleció el 11 de septiembre, después de que se decidiera “limitar el esfuerzo terapéutico”. Para afrontar el proceso con garantías, los progenitores pidieron una autopsia, que fue realizada por una perito forense especialista en neonatos, María Teresa Montes, y un abogado especializado en negligencias médicas, Carlos Sardinero, del despacho Sardinero Abogados, que ha logrado ganar el litigio.

“Hoy ya hay servicio y estoy orgullosa”

La madre del bebé fallecido explica que “hoy ya hay servicio de cirugía pediátrica de guardia y de neonatología las 24 horas en el Hospital Universitario de Canarias (HUC); y nos sentimos orgullosos” de que la lucha emprendida en los tribunales sirva para que a otros padres no les ocurra lo mismo. Para dicha mujer, lo que le ocurrió a su hijo no es algo extraño en un bebé prematuro. Apunta que estos recién nacidos “o tienen problemas neurológicos, respiratorios o en el intestino por causas de la alimentación”. “Esto hay que vivirlo, tener fuerzas y tener claro el objetivo que se quiere lograr”, comenta la citada mujer. El abogado que ha ganado este proceso, Carlos Sardinero, comenta que en uno de los fundamentos de derecho, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias tuvo en cuenta que el Servicio Canario de Salud (SCS) presentó como testigos al personal médico implicado en la negligencia. Ante dicha circunstancia, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC estima que en el testimonio de dichos sanitarios ha existido falta de imparcialidad, pues los mismos tenían un indudable interés en la absolución del Servicio Canario de Salud. Aunque la indemnización a los padres será asumida por una aseguradora, el TSJC recuerda que el SCS también puede exigir responsabilidades económicas a los facultativos implicados en la muerte del bebé, a raíz de la condena.