La Dirección General de Patrimonio Cultural, en el marco del Día Internacional de La Mujer, reivindica su compromiso con la perspectiva de género al recuperar la historia de las mujeres indígenas de Canarias a través del estudio de los huesos más antiguos de Lanzarote, y junto con otro de La Gomera, de momento, los más antiguos de Canarias. Este trabajo abre la posibilidad de una lectura alternativa que otorga protagonismo a una parte invisibilizada de la Historia: las mujeres. De esta forma, se incorporan narraciones más inclusivas que se centran en el papel social de estas actoras en las culturas aborígenes, en este caso de la población maja o maxie.

El proyecto Efecto Ico. Mujeres que colonizaron Lanzarote analiza algunas de las piezas óseas arqueológicas más antiguas de Canarias datadas entre los siglos II y III y pertenecientes a dos mujeres, lo que las convierte en pioneras de la empresa colonizadora y fundadoras de la identidad canaria-amazigh. Ambos repertorios esqueléticos, en el que se incluye también cabello en un magnífico estado de conservación, fueron hallados de forma casual en distintos contextos de Lanzarote, específicamente, en las cavidades de La Chifletera y Los Jameos del Agua.

La directora general de Patrimonio Cultural, Nona Perera, visitó el espacio en el que se custodian los materiales de estas dos posibles mujeres. “Pretendemos conocer el pasado en clave de género, de lo contrario, estará incompleto, será sesgado”, subraya la directora, quien confía en la idoneidad de este proyecto para profundizar y visualizar el papel de la mujer en la historia más antigua de Canarias. “Desde la perspectiva de género se analizan los huesos de estas tatarabuelas para conocer aspectos que hasta ahora no han centrado la atención de las investigaciones canarias: su bioantropología, condiciones de vida, alimentación, las causa del fallecimiento, la adaptación territorial, los cuidados y mantenimiento o la organización social”, explica Nona Perera.