La última actualización del Boletín Oficial de Canarias (BOC) refleja la obligatoriedad de hacer uso de mascarillas en las competiciones deportivas federadas de ámbito regional e insular, exceptuando aquellas que se desarrollen de manera individual al aire libre o en las que pueda respetarse la distancia de dos metros con otros participantes. Asimismo, las prácticas profesionales y federadas de carácter nacional e internacional deben aplicar el protocolo de las propias federaciones. Lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja el uso de este recurso a la hora de realizar actividades de alta intensidad, pues la capacidad respiratoria puede disminuir de forma significativa. ¿Cómo afecta a los deportistas? Según indica el catedrático de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), José Antonio López Calbet, la mascarilla puede llegar a acelerar la aparición de la fatiga.

“Llevar mascarilla durante la práctica de ejercicio de intensidad moderada o alta va a disminuir la capacidad de esfuerzo, lo que puede provocar una sensación de asfixia o de ahogo relativo. Además, el sudor y la generación de flujos altos de aire reducen su eficacia porque no están diseñadas para eso”, detalla el profesor.

Efectos

Y es que la mascarilla crea “un espacio muerto” entre la boca y la misma, que interfiere en el intercambio de gases que realizan los pulmones. “A la hora de hacer ejercicio físico, la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones por minuto es superior al flujo máximo que toleran las mascarillas. Por tanto, si a los deportistas el cuerpo les exige respirar más, tendrán que hacer más esfuerzo y el aire entrará por los laterales. Posteriormente será expulsado por el mismo lugar y la función ya no será la misma”, recalca.

Hay que decir que la normativa afecta, sobre todo, a los equipos de fútbol de Tercera División, a la División Homor Juvenil y a las competiciones de fútbol sala dependientes de la Real Federación Española de Fútbol. Teniendo en cuenta esto, y en base al criterio del experto, las actividades desarrolladas en espacios exteriores no deberían ir de la mano del empleo de mascarillas.

“Es posible que reduzcan un poco el riesgo de contagio, pero estos deportes no van a poder realizarse con ellas puestas. Además, creo que es ridículo permitir comer al aire libre a cuatro personas en una misma mesa, y que a menos de un metro de distancia estén otras cuatro, pero que se les exija a los menores llevar mascarillas para hacer ejercicio si no es posible mantener las distancias, por ejemplo”, apostilla el doctor López Calbet.

¿Existen diferencias notables entre las dificultades que pueden llegar a experimentar los deportistas en función de sus edades? El catedrático asegura que no. “La mascarilla va a tener un efecto negativo sobre la capacidad de esfuerzo cuando se trabaja a intensidades moderadas o altas, pero la respuesta fisiológica en niños y adultos es similar. Por esta razón, no es más perjudicial en los menores que en la población adulta”, sentencia el profesor de la Universidad.