Los pacientes canarios podrán ser operados en cualquier hospital adscrito al Servicio Canario de la Salud (SCS), aunque no sea el que le toca por su lugar de residencia. Así lo adelantó el director del SCS, Conrado Domínguez, que señaló que no es de recibo que un paciente se sienta que es “de un hospital u de otro”, pues en la asistencia sanitaria pública debe prevalecer el hecho de “resolver” la necesidad de dicho paciente. Para ello, se impondrá el criterio de “distrito único” para toda Canarias para pacientes de una misma Área de Salud o respecto a los de referencia de las islas no capitalinas, de modo que un paciente pueda ser resuelto en cualquier hospital de su isla o en el de referencia si el que le corresponde presenta mayor demora. Esto, además, responde a una demanda histórica de los pacientes, especialmente en Tenerife, donde las listas de espera de los dos hospitales son muy dispares, lo que, a menudo, ha causado malestar entre los pacientes, dado que se veían perjudicados por vivir en una zona u otra de la isla.

El Plan Aborda es la línea de trabajo de la Consejería de Sanidad –que en muchos aspectos recoge los ya impuestos en los últimos años– en el que se establecen conjunto de medidas con las que quiere revertir la situación de las listas de espera quirúrgicas, de consultas y de pruebas diagnósticas, tremendamente afectadas por la pandemia de Covid-19. Los objetivos de este plan, que estará vigente en el Servicio Canario de la Salud durante los próximos dos años (2021 y 2022) son tres. El primero de ellos se basa en disminuir el número de pacientes que aguarda una operación en un 30%. Esto quiere decir, que las listas de espera deben pasar de albergar a las más de 24.000 personas que se encuentran esperando una intervención quirúrgica, a tener poco más de 17.000. Esta cifra no se ha logrado en ningún momento desde 2003, cuando se empezó a contabilizar este indicador, pues las listas de espera siempre han oscilado en los 25.000 pacientes de media, con picos de hasta 33.000 pacientes derivados de la crisis económica de 2008 y sus recortes posteriores.

Otro de los aspecto a mejorar es la demora media, que la Consejería de Sanidad desea reducir por debajo de los 90 días, es decir, que los pacientes tan solo aguarden una media de 3 meses por sus intervenciones. Para lograrlo tendrán que reducir dos meses el actual tiempo de espera medio, situado en 150 días (cinco meses). El último objetivo a lograr es que ningún paciente pendiente de cirugía oncológica esté más de 30 días esperando a ser operado, dado que en estos momentos la espera media se sitúa en más de un mes para estas operaciones prioritarias.

“Los principios básicos del plan se basan en dotar de eficiencia a los recursos disponibles, priorizar las patologías relacionadas con el estado del paciente y la participación activa de los profesionales en su desarrollo y evaluación que se realizará mensualmente”, señaló Blas Trujillo, consejero de Sanidad, durante una rueda de prensa dirigida a explicar estas nuevas medidas. La Consejería de Sanidad desembolsará 200 millones de euros para lograr estos ambiciosos objetivos. Presupuesto que irá destinado fundamentalmente a la contratación de efectivos, la mejora de las infraestructuras quirúrgicas de algunos hospitales, la concertación tanto de gerencias propias como de hospitales privados, así como revisar los criterios de inclusión para homogeneizarlo en todos los hospitales.

Los quirófanos se abrirán de tarde y los fines de semana, pero esta vez no será a cambio de una mayor carga de trabajo para los profesionales que ya se encuentran trabajando. “Estimamos que podemos contratar a unos 250 profesionales, especialmente médicos especialistas y enfermería para afrontar el plan”, señaló Domínguez. Esta medida se apoyará con la reorganización e incorporación de los otros 5.000 trabajadores contratados en la pandemia.

A pesar de imponer planes especiales de actividad hospitalaria de tarde y fines de semana, Sanidad quiere evitar que se estime como una medida puntual. “Hay que evitar que esto se quede en un plan a dos años, queremos que sea coyuntural, una cultura para resolver el problema de los pacientes lo antes posible”, indicó el director del SCS. En este sentido, y como novedad, se va a impulsar la “autoconcertación”. Con este término Sanidad se refiere a acordar con las gerencias un nivel de actividad que se premie una vez se cumpla. Se pretende llevar a cabo especialmente en aquellos servicios con una demora más alta (como traumatología, oftalmología, rehabilitación y otorrino) y se complementará con la Atención Primaria. “Queremos dotar de capacidad de resolución a la atención primaria y potenciar la actividad de los especialistas consultores”, señaló Domínguez. Además, se pretende potenciar la teleconsulta y el desarrollo de consultas de alta resolución como complemento a la actividad presencial. También se hará un lavado de cara a la cirugía mayor ambulatoria (CMA), especialmente la de

Asimismo, antes de acometer una cirugía o una consulta se tendrán en cuenta cuál es la actividad con más demora y se priorizará los pacientes no solo de acuerdo a su patología sino también por otros factores de índole socioeconómica. Con todo esto, el SCS pretende mejorar considerablemente la situación de la cirugía en Canarias.