Las pegas alrededor de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca contra el coronavirus, en concreto el debate sobre la idoneidad de su administración o no a personas mayores de 65 años, obligan a Canarias a reorganizar su programa de vacunación para inmunizar al 70% de la población antes de que acabe el año. Así lo admiten desde la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, donde al mismo tiempo que reconocen los reajustes también subrayan que los cambios no suponen una quiebra importante para cumplir con los plazos previstos.

“Se usarán”, explican desde el Ejecutivo, “las vacunas actuales [enviadas desde los laboratorios de Pfizer y Moderna] para las personas mayores y la de AstraZeneca, cuando llegue, se administrará al resto”. “De todas formas, estamos a la espera de la decisión que tome Salud Pública a nivel estatal. Ahora mismo, sobre este asunto, hay discrepancias técnicas”, puntualizan en Sanidad.

La incertidumbre alrededor del fármaco de Oxford/AstraZeneca gravita alrededor de la falta de información sobre sus efectos en la población por encima de los 65 años. Ayer, la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud pospuso cualquier decisión al respecto para una reunión que se celebrará hoy y optó por reservar las primeras dosis de esa vacuna, que llegarán este fin de semana, a los profesionales sanitarios y sociosanitarios en activo que no sean de primera línea.

Frente a todas esas dudas, en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias la principal preocupación para ejecutar sin fisuras la campaña de vacunación es recibir las dosis suficientes procedentes de todos los laboratorios con los que la Unión Europea (UE) suscribió contratos para recibir un fármaco que combata el covid.

España, representada en las negociaciones de la UE por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ya ha ya ha firmado acuerdos adelantados de adquisición de vacunas con seis compañías farmacéuticas: AstraZeneca/Oxford, Moderna/Lonza, Sanofi-GSK, Johnson & Johnson/Janssen, Pfizer/BioNTech y Curevac. Además, continúa la negociación con Novavax.

La vacuna contra el SARS-CoV-2 producida por la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca fue señalada, por las facilidades que genera a nivel logístico [no se debe congelar, por ejemplo, a temperaturas extremas] y por ser administrada en una sola dosis, como la gran esperanza para combatir la pandemia durante su desarrollo a lo largo de los últimos meses del año pasado.

Sin embargo hoy, ya en pleno 2021, ese mismo fármaco salta de titular en titular como protagonista de noticias menos esperanzadoras: incumplimiento –por parte de la farmacéutica– del contrato de suministro de dosis con la UE o dudas sobre su eficacia en mayores de 65 años acompañan al preparado de antígenos.

La mayor parte de los países europeos no aplicará la vacuna AstraZeneca a mayores de 65 años, aunque Estados como el Reino Unido y la República Checa sí apuestan por ese preparado que la farmacéutica ha elaborado junto a la Universidad de Oxford.

La Agencia Europea del Medicamento emitió el viernes pasado un dictamen positivo sobre la comercialización de la vacuna de AstraZeneca en la Unión Europea a partir de los 18 años y hasta los 55, pero no había emitido ninguna restricción para los mayores de esa edad, salvo que no hay datos para precisar su efectividad en ese tramo de población.

En el Reino Unido, las autoridades sanitarias están vacunando a los mayores de 70 años con los dos preparados autorizados por los reguladores, el de Pfizer/BioNTech y el de Oxford/AstraZeneca.