Las cuerdas vocales, víctimas indirectas del uso recurrente de la mascarilla

Desde que, como consecuencia de la pandemia por Covid-19, se generalizara el uso de las mascarillas hemos visto cómo la eficacia de la comunicación se ha reducido hasta casi la mitad. Nos cuesta más entender lo que nos dicen, no sólo porque este nuevo complemento impide que el sonido de nuestra voz se proyecte con normalidad, sino también porque evita que veamos gran parte de la cara de nuestro interlocutor, haciendo que perdamos este importante apoyo en la comunicación.

La suma de estos factores hace que ahora todos gritemos un poco más para hacernos entender, lo que, según explica la logopeda de Quirónsalud Tenerife y Quirónsalud Costa Adeje, Miryam Mederos, puede perjudicar la salud oral, no sólo de las personas que ya cuentan con patologías previas, sino también de aquellas que hasta ahora no habían sufrido ningún problema de este tipo. El acto de comunicar tiene dos componentes: la comunicación verbal y la comunicación no verbal y ambos ambos se ven afectados por el uso de la mascarilla. El primero, porque distorsiona el sonido de la voz y, el segundo, porque impide que se vean los gestos de la cara y los labios. Al hacer más complicada la proyección de la voz y al perder el apoyo de la comunicación no verbal la calidad de este acto se ve seriamente comprometida, lo que obliga a los interlocutores elevar el todo de la voz, más aún si respetan la distancia de seguridad sanitaria. Mederos recuerda, asimismo, que el auge de las videollamadas, tanto en el uso doméstico, como en el laboral, también nos obliga a forzar la voz. “Todo ello –apunta la logopeda– hace que nuestro sistema fonatorio se vea cada día sometido a mayor presión”. “Ahora más que nunca necesitamos incorporar a nuestro día a día una adecuada higiene vocal, al tiempo que todos deberíamos aprender técnicas de proyección de la voz que nos ayuden a prevenir patologías orgánicas de las cuerdas vocales”, subraya Mederos, quien asegura que todas estas circunstancias pueden generar también más ronquera, sequedad y mucosidad en la garganta.

Por todo ello, la experta aconseja que sobre todo aquellas personas que pasan su jornada laboral hablando mantengan una adecuada higiene vocal. Para ello es importante, no sólo que eliminen el consumo de tabaco y alcohol, reduzcan su nivel de estrés y beban dos litros de agua al día, sino también que no ingieran bebidas ni alimentos ni muy fríos ni muy calientes. También es importante reducir su exposición a ambientes con mucho polvo, eludir el carraspeo y mantener una postura corporal correcta que evite tensiones en la cara y el cuello.