La Fiscalía solicita 13 años de prisión para un varón de nacionalidad italiana que está acusado de retener, maniatar, golpear y agredir sexualmente a una mujer en una infravivienda en la isla de La Gomera hace casi dos años y medio. Desde ese momento, el investigado permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza. El juicio por este suceso está previsto que se celebre el miércoles y el jueves de la próxima semana en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Según el escrito de calificación realizado por parte del Ministerio Público, los hechos ocurrieron el 14 de agosto del 2018 en el municipio gomero de Alajeró. El ciudadano transalpino, que hasta ese momento carecía de antecedentes penales, entabló amistad con la mujer a comienzos de ese mes. Y en la citada jornada la invitó a cenar en un cuarto de aperos situado en una finca de la localidad de Playa Santiago. La construcción era utilizada por el individuo como vivienda en algunas ocasiones.

Una vez que acabaron de comer, la mujer mostró su intención de irse a dormir. En ese momento, sin intercambiar palabra alguna y por sorpresa, el ahora acusado, con ánimo lascivo e intención de atentar contra su libertad sexual, la golpeó en la cara y le propinó un empujón que la hizo caer al suelo en el cuarto de aperos. Cuando la afectada se hallaba tendida, el individuo le propinó varios golpes en el estómago, le ató las manos a la espalda con una cuerda y la amordazó con cinta americana.

Después, arrojó a la víctima en la cama, le amarró los pies a la pata de la cama, le introdujo una pastilla en la boca y la obligó a tragársela con cerveza. Además, la mujer fue amenazada por el individuo con matarla con un machete si no accedía a sus pretensiones. En diferentes ocasiones, el ahora procesado la agarró por el cuello, a la vez que le hacía preguntas incoherentes, siempre según la calificación de la Fiscalía y en base a la investigación de la Guardia Civil. Poco después, le desató una pierna de una pata de la cama, le quitó los pantalones y se puso sobre ella. Trató de penetrarla varias veces, pero el individuo no lo logró, gracias a la resistencia mostrada por la afectada. Ante esa circunstancia, el agresor le volvió a propinar golpes en el estómago.

Después de los intentos fallidos, el investigado intentó introducirle varios dedos en la vagina de la afectada, que, una vez más, se opuso de forma enérgica y consiguió repeler esa nueva agresión. Y, tras volverla a amenazar con el machete que decía tener, el ciudadano italiano obligó a la afectada a practicarle una felación, sin haberse puesto preservativo alguno. Al parecer, dicha acción de sexo oral forzado se prolongó unos cinco minutos, sin que el acusado llegara a eyacular.

El hecho de que el presunto autor mencionara el arma blanca y que la iba a matar provocó miedo en la víctima. Durante toda la agresión sexual, el implicado le puso la cinta americana en la boca y se la quitó varias veces. Y también le ató los pies de diferentes maneras, así como las manos, puesto que primero se las enlazó por la espalda y después, por delante.

Al final, ambos se durmieron y al amanecer, la afectada consiguió huir, tras desatarse la pierna que todavía tenía amarrada a la pata de la cama. Escapó del cuarto de aperos descalza y desnuda, hasta que encontró a una persona que la ayudó.

Según la Fiscalía, la mujer presentó en su momento sintomatología propia de haber sufrido un estrés postraumático, que requirió de tratamiento psicológico. Tras ser detenido por la Guardia Civil, el acusado fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Gomera, que decretó su ingreso en prisión provisional el 16 de agosto. Además de los 13 años de prisión, el Ministerio Público solicita para el implicado la prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 300 metros o comunicarse con ella de cualquier forma durante 15 años. También pide para el acusado 12.000 euros de responsabilidad civil, como indemnización a la afectada por el daño moral ocasionado.