La miopía de los jóvenes ha aumentado durante la pandemia. Así lo han constatado un grupo de oftalmólogos, que considera que este trastorno se ha incrementado en un 60% en este grupo de edad en lo que llevamos de pandemia, especialmente durante el confinamiento, un periodo de tiempo en el que se ha advertido un importante incremento del uso de pantallas, ya sean móviles, tabletas, ordenadores o la televisión. “El ojo humano está diseñado para ver más de lejos que de cerca”, explica el oftalmólogo Javier Rodríguez, director médico de la clínica Nivaria, que señala que “cuando muchas actividades se enfocan con la visión de cerca –como es el caso de las pantallas–, el globo ocular tiende a hacerse más grande en población infantil (crece la miopía), y a dar signos de fatiga en adultos”Tras el confinamiento, los oftalmólogos han visto que las consultas por dolores de cabeza y migrañas han aumentado, “lo que significa que les ha podido aumentar o cambiar la graduación”, explica Rodríguez.

Es una de las conclusiones que se extraen de ‘#VisióndeFuturo: la salud ocular en tiempos de coronavirus’, que ha elaborado, a partir de una encuesta a especialistas de España y Portugal, un Grupo de Trabajo compuesto por cinco grandes clínicas de referencia en Oftalmología en ambos países, entre las que se encuentra la Clínica Nivaria de Tenerife.

Pero la miopía no es lo único, puesto que también han aumentado las visitas al oftalmólogo por ojo seco y vista cansada, dos patologías que han sido más frecuentes en la población mayor. Durante el confinamiento se ha trabajado o llevado el ocio a espacios interiores reducidos, a veces con poca o mala iluminación, así como incorrecta humidificación del ambiente. Todo ello conlleva a mayor picor ocular, dolor de cabeza, sensación de sequedad y pérdida de nitidez, a los que, si no se les pone coto, pueden ir a más. El miedo de la población a acudir presencialmente a sus médicos provoca que se haya descuidado, además, las revisiones de enfermedades de la vista y su detección precoz. Algo de lo que los expertos alertan, pues en algunas ocasiones, la propia desidia puede conllevar a un problema más grave. En el caso de la miopía, “no solo se trata de cambiar las gafas para acabar con el problema”, señala el oftalmólogo. Para Rodríguez es fundamental, además, pasar por una revisión médica. “Sabemos que la miopía puede llevar consigo otras patologías como las degeneraciones retinianas o el glaucoma, por eso es fundamental que sea un facultativo el que realice la inspección”, señala. Los expertos recomiendan permanecer en espacios abiertos y correctamente iluminados, trabajar en ambientes correctamente iluminados y humidificados, realizar descansos visuales siguiendo la regla del 20/20/20 (cada 20 minutos de enfoque de cerca, 20 segundos de descanso mirando a más de 20 pies o 6 metros), tratar de realizar la menor cantidad de actividades que dependan de la visión de cerca, parpadear más, acudir anualmente a su oftalmólogo, y si ya está diagnosticado, no descuidar la revisión. Porque como concluye Rodríguez, “los ojos son para toda la vida, hay que cuidarlos”.