La vuelta a clase tras las vacaciones de Navidad nunca había sido tan dulce como en este año 2021. Y si no que se lo digan a los alumnos del CEIP Camino Largo de La Laguna, que ayer madrugaron con gusto para ver a sus compañeros después de un descanso que en esta ocasión, coincidieron, ha sido un tanto extraño. El final del primer trimestre del presente curso escolar se produjo en algunos casos de forma precipitada después de que el Gobierno de Canarias endureciera el pasado 19 de diciembre las restricciones en Tenerife para tratar de contener el virus. Ese hecho hizo que algunos centros adelantaran la entrega de notas dos días, sabiendo además que volverían a las aulas unos días más tarde de lo estipulado en el calendario escolar puesto que la Consejería de Educación retrasó el inicio del segundo trimestre del 8 al 11 de enero. De este modo, gran parte de la comunidad educativa se fue de vacaciones con la incógnita de si volverían a las aulas en tiempo y forma, tal y como finalmente ha resultado ser.

Así, hasta la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias se ha hecho eco estos días de esta especial vuelta a las aulas para recordar que se debe llevar a cabo con todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar que todo se sigue desarrollando con normalidad en los colegios del Archipiélago. De este modo, ha elaborado un vídeo en el que recuerda las medidas sanitarias que debe cumplir cada alumno, así como los equipos de profesionales que trabajan en los centros canarios, y que pasan por llevar mascarilla en todo momento, la higiene de manos, mantener la distancia interpersonal y la toma de temperatura.

A pesar de la excepcional situación, los menores volvieron ayer a clase con ilusión y un poco de sueño. Las puertas del lagunero colegio Camino Largo se abrieron sobre las siete de la mañana para recibir a los menores que hacen uso del servicio de acogida temprana y desde ese momento las conversaciones giraron, como no podía ser de otra forma, alrededor de los regalos que los niños habían recibido de los Reyes Magos. Y es que sus Majestades de Oriente no faltaron a la cita anual con los menores ni en tiempos de pandemia. Los patinetes fueron los grandes protagonistas de este año, un regalo muy codiciado en este colegio lagunero, que se caracteriza por fomentar la movilidad sostenibles entre su alumnado.

“¿Qué tal esas fiestas?”. Esta fue la pregunta que más se repitió durante las primeras horas de la mañana entre los padres que se encontraban a la entrada del colegio y los profesores del centro. Y así comenzó la jornada en la que, por primera vez, los menores no pudieron llevar muchos nuevos juguetes al colegio para evitar contactos que propaguen el virus. A pesar de ello, los jóvenes no tardaron en enumerar todos sus regalos, contentos de poder volver a encontrarse con sus amigos. Y es que todos coincidieron en que estas habían sido unas Navidades muy diferentes.

Diego de León, de 5.º de Primaria, llegó temprano al colegio y afirmó que, “aunque se está mejor de vacaciones, este año no pude viajar a Madrid”, así que la vuelta a clase no le dio tanta pereza como en otras ocasiones. Él aprovechó este primer día del segundo cuatrimestre para llevar dos de los cubos de juguete que le trajeron los Reyes Magos y así enseñárselos a sus compañeros que, como él, han tenido que acostumbrarse a las nuevas medidas de seguridad sanitaria, que tampoco les han abandonado en el inicio de este nuevo trimestre escolar.

Ivonne Campos es una de las madres que ayer llevó a su hijo Salvador al colegio bien temprano y explicó que la familia había pasado la Navidad “con mucho cuidado”. “Siempre viajamos a la Península, pero este año nos hemos quedado en Tenerife así que Salvador tenía ganas de volver ya a clase para poder ver a sus amigos”, comentó la madre quien reconoció que el aislamiento voluntario al que se habían sometido durante las fiestas hará que sean difíciles de olvidar en el futuro.

Los hermanos Gabriela y Beneharo del Castillo también tenían ganas de volver a clase tras estas Navidades tan diferentes. Los pequeños indicaron, a la entrada del colegio lagunero, que las fiestas las habían pasado sin salir de casa y que, al igual que ellos, los Reyes Magos también se habían portado bien al traerles muchos de los regalos que habían pedido en sus cartas. “Ahora ya nos toca estudiar”, reconocieron los jóvenes quienes añadieron que está siendo un curso un tanto extraño en el que se han producido muchos cambios en su colegio para poder afrontar la crisis sanitaria con garantías. A pesar de todo ello, “teníamos muchas ganas de volver y empezar las clases porque ya echábamos de menos a nuestros amigos”, comentó Beneharo del Castillo mientras su hermana le daba la razón asintiendo.

El joven Daniel Palenzuela cursa 5.º de Primaria en el CEIP Camino Largo de La Laguna, mientras que su hermana Ada está en Infantil. Ambos acudieron emocionados ayer al centro a primera hora de la mañana y lucieron algunos de los regalos que los Reyes Magos dejaron en sus casas el pasado miércoles. “Ya queríamos ver a nuestros amigos”, comentó el mayor de los hermanos tras vivir una de las vacaciones de Navidad más extrañas: “Ha sido muy diferente porque no he salido mucho de casa pero, aún así, los Reyes Magos se portaron muy bien con mi hermana y conmigo”. Y es que la pequeña Ada Palenzuela lució ayer orgullosa a la entrada del centro lagunero una corona que tan solo era uno de los regalos que recibió de sus Majestades.

Ancor Ascanio también cursa en la actualidad 5.º de Primaria y ayer reconoció que “tenía muchas ganas de volver a clase para ver a todos mis compañeros”. El joven afirmó que ha pasado “una Navidad buena pero diferente”, sobre todo porque una de las principales cita de la Navidad para él y a la que jamás faltaba, la cabalgata anunciadora de los Reyes Magos, no se celebró en esta ocasión. Además, Ascanio está acostumbrado a pasar la Navidad rodeado de sus familiares pero este año no ha podido ser de esa manera por lo que, afirmó, “las vacaciones han sido regulares”.

El pequeño Ascanio explicó, además, que no solo las vacaciones han sido diferentes en esta ocasión, sino también las clases. Y es que muchas cosas han cambiado en el colegio desde que comenzara el curso escolar el pasado mes de septiembre. “Pero nos hemos acostumbrado rápido”, reconoció el lagunero minutos antes de que los profesores le tomaran la temperatura para poder acceder al centro.

Los hermanos Mario, Inés y Mateo esperaban ayer ansiosos a que abrieran las puertas del colegio para reencontrarse con sus compañeros de clase. El primero de ellos, que cursa 5.º de Primaria, reconoció tener ya ganas de ver a sus amigos, con los que no coincidía desde el pasado año, después de haber pasado “unas vacaciones diferentes”, en las que no pudieron reunirse tanto con sus familiares como les habría gustado. No obstante, los tres hermanos celebraron lo bien que se habían portado los Reyes Magos y Papá Noel con ellos, puesto que habían recibido muchos de los juguetes que habían pedido en sus cartas. Inés explicó que entre sus regalos favoritos se encuentra un loro de juguete con el que ha podido mantener alguna que otra conversación durante las fiestas y que ha compensado los escasos encuentros que ha podido tener con sus amigos durante las pasadas fechas.

Medidas

Con la llegada del nuevo año ha habido cosas que no han cambiado, ni en este ni en el resto de colegios de Canarias, donde se cumple a rajatabla con el protocolo sanitario establecido por el Ejecutivo regional para el inicio del curso escolar. A pesar de las frías temperaturas que había ayer en La Laguna a primera hora de la mañana, los jóvenes tuvieron que esperar en fila a la entrada del centro hasta que el profesorado le tomó la temperatura y se limpiaron las manos con gel hidroalcohólico. Y todo ello a pesar de la excitación del momento. Y es que las ganas de volver a clase se dejaron notar en los jóvenes puesto que a más de uno se le olvidó pasar por el termómetro antes de acceder al colegio, pero ahí estuvo el personal docente para que no se cometiera ningún descuido.

Tras la toma de temperatura y la utilización del gel hidroalcohólico, tocaba el turno de organizarse en los diferentes grupos burbujas que se han creado desde el mes de septiembre para evitar los contactos entre clases. Y es precisamente a ese aspecto al que más les ha costado adaptarse a los jóvenes canarios, que en muchos casos echan de menos a compañeros con los que se han criado desde hace años.

La directora del CEIP Camino Largo de La Laguna, Mónica Montesdeoca, explicó ayer que, con la puesta en marcha de este protocolo, tan necesario como estricto, uno de detalles que más preocupa a los profesores es que los menores desarrollen actitudes individualistas. “Tenemos que garantizar que nuestros chicos continúen aprendiendo como antes y fomentar el trabajo colaborativo a pesar de las restricciones y manteniendo la distancia interpersonal”. Montesdeoca recordó que algunas de las medidas sanitarias pueden favorecer comportamientos individualistas y eso es algo que el profesorado quiere evitar a toda costa.

La directora del centro lagunero celebró que, a pesar de las complicadas circunstancias, “está siendo un buen curso, mucho mejor de lo que esperábamos en septiembre”. Y esta no es solo una percepción de este colegio sino del sistema educativo canario al completo a tenor de los datos publicados por la Consejería de Educación durante los últimos meses, con escasos positivos tanto entre el alumnos como entre el profesorado del Archipiélago. En el caso del CEIP Camino Largo, tan solo se ha producido un positivo entre los estudiantes, y tuvo lugar el pasado mes de septiembre cuando comenzaron las clases.

A pesar de esta buena noticia, “está siendo muy duro trabajar en estas circunstancias porque no nos podemos descuidar y tenemos que tener presentes todos los detalles”, explicó la directora del CEIP Camino Largo, quien añadió que hasta han tenido que organizar un horario para que los estudiantes puedan ir al baño y garantizar la limpieza y desinfección entre alumnos de diferentes clases.

Mónica Montesdeoca recordó que ayer volvían a las aulas tras un final de trimestre algo precipitado. La entrada en vigor de medidas más restrictivas en Tenerife ante el aumento de casos de coronavirus durante el mes de diciembre provocó que muchos centros, entre ellos el CEIP Camino Largo, adelantaran la entrega de calificaciones varios días. “Entregamos las notas el día 18 aunque seguimos dando clase hasta el 22, tal y como recogía el calendario escolar de Canarias, porque teníamos miedo de que pasara algo y no pudiéramos acudir a los centros antes de que terminara el trimestre”, reconoció la directora, quien afronta el resto del curso con optimismo.