Los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Llinars del Vallès (Barcelona) han detenido este sábado a los tres organizadores de la fiesta ilegal que se ha celebrado en esta localidad con la participación de unas 300 personas, y en las próximas horas pasarán a disposición judicial.

Según han informado a Efe fuentes de la policía catalana, los tres organizadores de esta 'rave' ilegal, que comenzó durante la noche de fin de año en una nave abandonada de Llinars y cuyo desalojo prosigue a estas horas, están acusados de desobediencia y de resistencia a agentes de la autoridad.

Además de estos dos delitos, a los tres se les ha levantado un acta administrativa por una infracción "muy grave" al organizar una fiesta ilegal que incumple las medidas restrictivas contra la covid, y cuya sanción puede ascender hasta los 600.000 euros, de acuerdo con el decreto ley aprobado por el Govern sobre el régimen sancionador que regula la tipología de las infracciones que contravienen la normativa.

En paralelo, los Mossos y la Policía Local de Llinars prosiguen a esta hora con el desalojo de la nave abandonada en la que se ha celebrado esta fiesta ilegal y con la identificación de sus participantes, que se enfrentan por la vía administrativa a multas de hasta 3.000 euros.

Decenas de furgones de los Mossos han accedido al recinto donde se desarrolla la 'rave' y numerosos agentes han entrado en la nave para proceder a su desalojo. Hasta allí se han desplazado también el director del cuerpo, Pere Ferrer, y los comisarios Ferran López, Sergi Pla y David Boneta.

Algunos participantes se han ido voluntariamente en las últimas horas y han sido identificados y denunciados por la policía, pero en la nave quedan aún decenas de jóvenes que se niegan a abandonar las instalaciones y que protestan por la presencia policial.

La entrada de la policía en el interior está provocando algunos momentos de tensión entre los participantes de la fiesta y los agentes, que los mantienen rodeados.

La música ya ha dejado de sonar en la nave, que ha sido acordonada por la policía, en una área a la que también han llegado excavadoras, algunos vehículos del SEM y hay un helicóptero sobrevolándola.

La fiesta "rave" ilegal empezó a celebrarse durante la tarde del pasado día 31 de diciembre en una nave abandonada de Llinars y ha estado activa más de cuarenta horas.

Los Mossos d'Esquadra, en un primer momento, señalaron que no querían desalojar por "criterios de oportunidad, congruencia y proporcionalidad" y para evitar con ello graves incidentes, aunque posteriormente anunciaron que lo harían en cuestión de horas.

Esta mañana la fiesta seguía y no ha sido hasta las 12 del mediodía, aproximadamente, cuando los mossos han accedido al recinto para poner fin a la 'rave'.

Fuentes de los Mossos han explicado que el inicio del dispositivo de desalojo se ha demorado porque los organizadores habían colocado unas grandes piedras en los caminos de acceso a la nave para dificultar la acción policial, por lo que ha sido necesario el uso de una excavadora para retirarlas.

La policía catalana prevé que el dispositivo de desalojo sea lento y la actuación "se alargue".

Más de doscientas personas de varias nacionalidades han participado desde el último día de 2020 en esta fiesta, que fue denunciada por los vecinos de la zona sobre las 21 horas del mismo día 31 y que, según algunas fuentes, sus asistentes querían alargar hasta el día 4 de enero.

A las personas que han abandonado la nave ya se les ha identificado y se ha tramitado la correspondiente denuncia, entre otras cosas, por asistir a una fiesta prohibida con motivo de la COVID-19, sin guardar las distancias de seguridad ni usar mascarilla.

"Se irán todos sancionados"

Pere Ferrer ha informado de que el dispositivo para desalojar la 'rave' será lento para poder identificar a los cerca de 300 participantes: "De aquí, se irán todos sancionados".

En declaraciones a los medios en el exterior de la nave, ha explicado que los asistentes recibirán denuncias de hasta 3.000 euros, mientras que para los organizadores la multa podría alcanzar los 600.000 euros "por incumplir la normativa del Covid".

"Además, habrá toda la parte de tráfico, que son los controles que se están haciendo", por lo que si dan positivo en el test de alcoholemia y drogas también serán sancionados.

Ha asegurado que los Mossos d'Esquadra no pudieron evitar la reunión de los asistentes en la nave la noche de fin de año porque en total había "3.000 agentes en toda Cataluña que se dedicaron a garantizar la seguridad de 7,5 millones de habitantes".

El dispositivo del 31 de diciembre contemplaba inspecciones en locales y controles dinámicos, además de la necesidad de garantizar el confinamiento perimetral de las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès: "Pero estos ilícitos penales, desafortunadamente, no los podemos evitar todos".

"Lo que es evidente es que una actuación precipitada pocas horas después de un dispositivo de fin de año, con la magnitud de hoy de 200 agentes, ayer no se habría podido producir con garantías" ni para los agentes ni para los policías, ha opinado.

Interior y salud

Según fuentes de la Conselleria de Salut, la titular del departamento, Alba Vergés, solicitó el viernes a la Conselleria de Interior que identificara a los participantes de la fiesta, que se impusieran las sanciones correspondientes y que se iniciaran las actuaciones de desalojo.

"Es exactamente lo mismo que se ha hecho en otras fiestas que incumplían la normativa. Nunca hasta ahora nos habían pedido un protocolo para actuar", han detallado las mismas fuentes.

También FECASARM, patronal del sector del ocio nocturno en Cataluña, ha pedido al Govern "contundencia" contra la 'rave' y ha denunciado que "la mayor parte de las fiestas ilegales" para celebrar la llegada del nuevo año "se celebraron sin ser detectadas".

Por otra parte, la candidata de JxCat en las próximas elecciones catalanas, Laura Borràs, ha considerado "inaceptable e indignante" que no se haya procedido hasta hoy al desalojo de la fiesta.

Por su parte, el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado en un tuit que revisará con la Conselleria de Interior como se han desarrollado los hechos para "evitar que vuelva a pasar una situación de estas características y para que las actuaciones sean más rápidas".

Expertos censuran la inacción del Govern

Diferentes médicos y científicos catalanes, como el profesor de física computacional Àlex Arenas y Salvador Macip, han lamentado este sábado la actuación del Govern ante la fiesta ilegal.

A través de su cuenta de Twitter, Arenas, que trabaja en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha aseverado que el Govern se está "luciendo" y, tras recordar que se han cerrado escuelas, la restauración, deportes y cultura, con "miles de personas pasándolas 'putas'" por la COVID, se ha preguntado por qué no se ha desalojado antes "esta ignominia". "Siento vergüenza de mi país, rabia e impotencia", ha asegurado.

La solución pasa, a su juicio, por confinar en cuarentena a los participantes durante diez días antes de salir y mezclarse con la población. "Les pasamos comida y agua. Pero 10 días encerrados hasta inicio de síntomas. A la salida multa de las que recuerdas toda la vida".

En términos parecidos se ha pronunciado el científico Salvador Macip, residente en Leicester (Inglaterra), quien ha considerado "un insulto a los que se han estado esforzando durante meses que no se sepa cómo parar esta animalada, y un peligro para todos".

Para Macip, debería haberse cortado la electricidad, acordonar la nave e imponer una "multa épica. No es tan difícil. Ya hemos visto que los mossos saben imponerse a las multitudes cuando quieren".

Para la exconsellera de Salud Marina Geli, que además es médico, la fiesta "rave" de Llinars es "un delito contra la salud pública".

El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, Jaume Padrós, ha señalado a través de las redes sociales que "todo el mundo lamenta la 'rave' de Llinars y la inacción policial", pero ha reconocido que si los Mossos intervinieran "también habría una fuerte crítica".

En opinión del médico, "los que han venido dicen que aquí hay menos restricciones que en Francia... El país es 'naif', haremos una buena estética pero no tenemos mentalidad de Estado".

Los Mossos d'Esquadra desalojan la 'rave' de Llinars del Vallès

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