Ya ha perdido la cuenta de las veces que tuvo que pasar el ecuador de un Fin de Año presentando las campanadas. Eloísa González (1980, La Guancha) repetirá experiencia el jueves en Televisión_Canaria, esta vez compartiendo protagonismo con la actriz Antonia San Juan y su compañero de cadena Daniel_Calero. “Solo hace falta un segundo para liarla; se lo digo yo que fui ‘trending topic’ por una ventolera que me generó un pequeño problema de vestuario”. 

¿Una cita como la del próximo jueves le genera cosquillas o mariposas en la barriga?

¿Cosquillas? Se quedó corto... A pesar de los años de experiencia y las cosas buenas que la gente me pueda llegar a decir, esa noche todo el mundo está muy pendiente de ti y solo necesitas un segundo para liarla... Como no escuches los cuartos ya te metes en un buen fregado. Créame lo que le cuento porque alguna vez llegué a ser treding topic.

Habla de muchos años...

...no recuerdo cuántos, pero era muy joven (sonríe).

Lo que sí cambia casi siempre es su compañero de baile.

Sí, cada año me cambian de pareja (vuelve a reír). Este año me toca con Antonia San Juan y Daniel Calero y seguro que nos vamos a apoyar mucho entre los tres. Esa noche las conexiones son largas y no te puedes relajar. Si sumo los 17 años que llevo haciéndolas en Televisión Canaria y los tres anteriores en Televisión Española ya estoy en las dos decenas.

Vamos, que es una especie de Anne Igartiburu o de Cristina Pedroche para los canarios.

O un Ramón García... Anne lleva años dando las campanadas y a la otra aún le queda un buen tramo por caminar (ja, ja, ja)... Pedroche tiene menos retransmisiones que yo... Es que el tiempo pasa volando.

Volviendo al origen de la conversación, usted conoce bien lo que es tener ese segundo de lío.

Con uno es suficiente y yo tuve al menos uno inolvidable; de esos que dicen son de gloria.

¿El de La Gomera?

No quiero meter el dedo en la llaga, pero la que se armó con lo de si me vieron o no las bragas en el instante en el que se abrió aquel traje dio mucho que hablar...

¿Entonces no le pregunto por aquel infortunio?

Pregunte, pregunte sin problemas...

Aquello debió ser uno de esos momentos en los que dices, ¡tierra, trágame!

Esas cosas hay que tomárselas con deportividad... Se lo resumo en pocas palabras. Viene un viento, se me abre el traje, yo no me entero por el jaleo que había en la plaza y porque estoy pendiente de lo que me están diciendo a través del pinganillo... Oí unos gritos (eh, ehh, eh, ehh), pero de todas formas iba bastante protegida. Un día tan especial no se me ocurriría hacer una tontería. Una hora y media después de terminar, el productor me dijo que era trending topic, “¿Trending topic, de qué?”, le contesté. Yo veía las risas de la gente, pero desconocía la causa. Por eso le digo que durante un directo tan largo pueden suceder muchas cosas.

¿Y cómo es el día después de unas campanadas?

De lo más tranquilo del mundo. Es como cuando vas a parir, y le hablo de oídas porque yo no he parido nunca, y escuchas la típica frase de descanso tras horas de esfuerzo: ¡Ya está! También puede llegar a tener los efectos de una resaca, pero entonces lo pasas durmiendo hasta que el móvil te despierta en una de esas llamadas en las que alguien te cuenta algo que pasó anoche o, incluso, para felicitarte.

Y con un ojo medio entreabierto a ver si aparece el “share” de audiencia.

Después de un programa tan largo en el que estás muchas horas dale que le pego, decir que no te importa la audiencia es mentir. Claro que buscas ese dato. Por fortuna la gente de las Islas lleva años eligiendo Televisión Canaria (RTVC) para vivir las campanadas. Ese es el mejor regalo, unas cuotas de pantalla realmente increíbles, que justifican el trabajo de un enorme equipo humano durante semanas.

¿Está preparada para que un año la dejen de llamar?

Cada vez que me llaman respondo lo mismo: “No tengo por qué ser yo; hay otros/as compañeros/as de profesión que también se merecen disfrutar una noche tan especial”. Yo ni siquiera soy periodista, pero si se acuerdan tantas veces de mí será porque algo de cariño me tienen y tampoco lo habré hecho mal (ríe)... Aunque no todos sean capaces de admitirlo, uno/a trabaja para tener éxito. Si lo tienes más fácil será que te quedes donde estás. El director de la cadena es el responsable de tomar esas decisiones y estoy preparada para que un día me digan: “¡Mira, no lo vas a hacer tú. Este año lo hace Pepita!”

¿Qué queda de la Eloísa González que apareció en varios canales locales de romería en romería hace 20 años o más?

¿Veinte? No han pasado tantos, ¿No? (se parte de risa)... Al final me va a obligar a decirle mi edad. Queda todo... El otro día un excompañero de Canal 7, Robert Rodríguez, me envió un vídeo en el que no veo tantas diferencias... Ya era un poco echadita pa’ delante y me sabía sacudir las pulgas: aún no he perdido la ilusión de aquella niña, pero ahora soy la mujer más feliz con la mayor chorrada del mundo. Guanchera y feliz. No soy una tía de grandes pretensiones, aunque sí le digo que trabajo como una burra para que las cosas que hago funcionen.

¿Ya tiene pensado el deseo para el año que viene?

Hace meses que lo tengo y debo confesar que no he sido muy original. Salud para todos e ilusión para salir de esta emboscada. 2020 nos dio una cachetada, pero nos vamos a levantar. ¡Feliz 2021!