Canarias iniciará mañana la esperada campaña de vacunación contra el Covid-19. Como ya ha anunciado el Ejecutivo regional, los primeros en recibir el producto desarrollado por Pfizer y BioNTech serán los ancianos institucionalizados. Sin embargo, según han indicado fuentes del Gobierno de Canarias a este periódico, algunas personas son reacias a que sus familiares sean vacunados, lo que supone un obstáculo para lograr inmunizar al colectivo más vulnerable ante esta patología. No obstante, aclaran, estos casos de detracción representan una minoría.

“Cuando empezó a despuntar en todo su esplendor la pandemia, prácticamente todo el mundo ansiaba la llegada de la vacuna. Ahora que ya la tenemos, algunos dicen que ha llegado demasiado pronto. En este sentido, hay sectores de la ciudadanía que son reacios a vacunar y a vacunarse por una línea argumental que no está en el contexto del conocimiento científico y que entra dentro del marco de las creencias”, apuntó ayer el jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas.

En base al criterio del experto, es fundamental que estos individuos sean conscientes de que existen factores claves que evidencian la necesidad de administrar este importante recurso preventivo, especialmente, entre el sector más castigado por los efectos del agente patógeno y que reúne las tasas de mortalidad mas elevadas: el de las personas mayores. “En primer lugar, hay que entender que si un producto farmacológico es autorizado por los órganos reguladores del medicamento, que están constituidos por profesionales de muy alta relevancia y solvencia científica, es porque todo el análisis del desarrollo de fabricación del producto ha constatado sus perfiles de seguridad y eficacia”, recalcó el experto.

Alternativas

Teniendo en cuenta los estragos que ha causado esta crisis sanitaria, ¿existe otra alternativa? A su juicio, no. “Los ancianos tendrían que permanecer entonces encerrados en las residencias y siempre sujetos al riesgo de que alguno pueda resultar afectado por el virus y genere un brote. La alternativa es, por tanto, continuar con el dolor y el sufrimiento. Eso es algo que no podemos considerar, de ninguna manera, razonable”, apostilló el epidemiólogo.

Y es que la infección por SARS-CoV-2 ha causado más de 1.700.000 muertes en todo el mundo, por lo que conviene tener en cuenta los beneficios del antídoto. “Como pasa en cualquier actividad de la vida, después de administrar millones de dosis, puede haber un caso que tenga mayor complejidad, pero los efectos secundarios descritos y analizados en los ensayos clínicos son, en su mayoría, escasos y leves. Por tanto, creo que en el balance riesgo-beneficio la elección es clara”, sentenció el presidente de la AEV.

“La alternativa es continuar con el sufrimiento y eso no es razonable”

Amós García Rojas - Jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública.

En el caso concreto de Gran Canaria, será el Centro Sociosanitario El Pino el primero en inocular a sus usuarios y vacunará el domingo a una planta completa. Según manifestó ayer el director del espacio, Alejandro López García, entre el 80 y 85% de los usuarios –218 en total, en Geriatría– ha expresado su consentimiento para recibir la dosis. “En general, las reacciones han sido muy positivas, pero hay algunos familiares, trabajadores y usuarios que han mostrado miedo y reticencia. Sin embargo, todos los ancianos que están en facultades para decidir por sí mismos han asegurado que quieren vacunarse”, subrayó .

En base a las palabras de López, se ha optado por comenzar la vacunación en una planta en la que los residentes tenían una vida muy activa antes de la irrupción de la pandemia, precisamente, por ser los más perjudicados por sus efectos. “Ellos son los que más han sufrido, porque acostumbraban a salir gran parte de los días y a pasar algunos fines de semana en casa de sus familiares. Ya suman casi diez meses sin poder abandonar el espacio y ahora esperan la vacuna como agua de mayo”, enfatizó el responsable del centro situado en la capital grancanaria.

Ya desde el pasado lunes, el espacio comenzó a realizar un censo entre sus usuarios y trabajadores para conocer la cantidad de personas que estaba dispuesta a recibir la vacuna, pues el producto requiere ser conservado a unos 80 grados bajo cero y no puede volver a congelarse. “Sanidad nos ha pedido un listado porque el producto que entra tiene que ser administrado. Aún no disponemos de los datos de los trabajadores, pero se va a empezar por los usuarios”, recordó.

Al rededor del 85% de los usuarios del CSS El Pino ha manifestado su consentimiento

Consciente de que ha sido necesario poner en práctica medidas “muy restrictivas” para proteger la salud de los mayores, el director de El Pino lamentó que, a pesar de todo, se hayan notificado casos de Covid-19 en el centro, durante las dos oleadas. “Se han producido contagios en cuatro momentos, pero nunca ha llegado a haber más de tres personas implicadas. Por eso, consideramos que las medidas de seguridad que hemos emprendido han sido efectivas, pues, de lo contrario, se hubieran producido contagios masivos. De hecho, el pasado 1 de diciembre conocimos que dos empleados de dos plantas de nuestro centro estaban afectados por el virus y, por precaución, aún no hemos abierto las visitas en esas áreas, a pesar de que hace tan solo dos días el último cribado evidenció que no hay casos positivos”, comentó López.

Asimismo, con el fin de velar por la seguridad de los ancianos, quiso animar a los residentes y a sus familiares a confiar en el fármaco. “El producto es seguro y está avalado por la Agencia Europea del Medicamento. Como ha dicho Amós García Rojas, es fundamental proteger la vida de los más vulnerables. Entre los millones de muertes que ha provocado la enfermedad y las escasas reacciones adversas que se han producido creo que no debe haber espacio para las dudas”, expresó con contundencia.

Una jornada esperanzadora

“Para nosotros el domingo será un día de ilusión y esperanza porque han sido casi diez meses muy duros,no solo para los usuarios, también para el personal”, indicó el director del Centro Sociosanitario El Pino, Alejandro López García. “El 24 de diciembre”, prosiguió, “vivimos un ambiente de euforia porque ahora es cuando empezamos a ver la luz al final del túnel”. Cabe recordar que las primeras dosis aterrizarán mañana en el aeropuerto de Tenerife Norte, alrededor de las 8.00 horas. Posteriormente, tres helicópteros del Gobierno asumirán el cometido de distribuirlas por el resto de las Islas. Se prevé que la cifra de personas que sean vacunadas en todo el Archipiélago en el transcurso de esa jornada oscile las 400. “De momento, la acogida ha sido muy positiva y estamos muy contentos de ser los primeros en recibir el producto. Nuestro objetivo es poder vacunar al mayor número de personas posible y la mayoría de nuestros usuarios está emocionado”, apuntó el responsable del centro. Y es que cuando se ha constatado algún caso positivo en el espacio, muchos residentes han tenido que estar confinados en sus habitaciones, durante casi dos meses. La llegada de la vacuna abre, por tanto, una vía esperanzadora para estos mayores.