A todos sorprendió la presencia de Charo en la gasolinera. Clienta habitual de La Chasnera, este martes acudió a las 8:40 horas a repostar y aprovechó para comentar a las dependientas del establecimiento que tenía uno de los 20 décimos agraciados con el 86986, el número que cantaron los niños de San Ildefonso al minuto de comenzar el sorteo y que se corresponde con un quinto premio. Le tocan 6.000 euros. “Lo compré con mi madre y hoy ya nos llamamos mutuamente. No nos lo creíamos”, explicó. De su presencia asidua en el lugar da fe el saludo efusivo de las trabajadoras y la diligencia con la que Charo se desenvuelve. “Esta gente tiene mucho mérito”, señala aludiendo a los empresarios y trabajadores del Grupo González en Granadilla. Después de expresar su entusiasmo por el premio soltó un convincente “¡nos va a tocar el gordo!”. El resto, ya es conocido.

José Miguel González es quien puso en marcha esta aventura empresarial que gestiona con sus hijos, José Ángel, Airam y Miriam, la “tímida” de la familia a la hora de estar ante los medios de comunicación. A la hora de hacer balance de la jornada, el patriarca manifiesta un elocuente “no podemos quejarnos”, sobre todo teniendo en cuenta “que es un año diferente. Hemos tenido que tomar muchas medidas y actuar con mucha precaución. Este es un año para olvidar. Esperamos que el próximo volvamos a caminar”.

Tras ocho anualidades repartiendo premios –tres de ellas entregando el Gordo de forma consecutiva–, sostiene que “esto da mucha felicidad”, aunque a los González el sorteo solo les favoreció directamente en 2013, cuando repartieron 200 millones de euros del segundo premio entre clientes y a toda la plantilla de trabajadores. “Aquello fue una cantidad muy grande y fue el primero. La alegría en ese momento fue muy especial”.

Una gente especial

José Ángel, Airam y Miriam González son los hijos y quienes llevan años asumiendo la gestión de gasolineras del grupo. En el caso de José Ángel, tiene a su cargo precisamente La Chasnera, mientras que Airam desarrolla la misma función en la estación que se encuentra en El Carretón, del municipio de Arafo (Valle de Güímar), siendo Miriam la responsable de la gasolinera situada en Porís de Abona (Arico), donde también vendieron uno de los décimos agraciados con el cuarto premio. Ella prefiere mantenerse en un segundo plano, mientras José Ángel siempre se muestra dispuesto a informar. “Trabajamos mucho, esa es la realidad. Nuestros padres nos transmiten lo mismo: la familia. Eso se nota y tiene mucho que ver con la labor que hacemos diariamente”.

En plena celebración por el éxito que supone para esta empresa repartir más de un millón de euros en premios en el Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, José Ángel no escatima alabanzas a los trabajadores: “Es una satisfacción para nosotros ser parte de esos premios y también lo es ver la satisfacción de los empleados”. Asegura que para su familia, el 22 de diciembre es un día que se vive de una forma singular, “pero desde 2013 ya sabemos cómo tenemos que prepararnos”. Un año en el que “nos tocó a nosotros, también; después, ya no”.

Trabajadores eufóricos

Durante las más de cuatro horas en las que se desarrolló el sorteo, los empleados de la gasolinera La Chasnera mantuvieron en todo momento la buena disposición y el control de la situación. Al tiempo que despacharon a la clientela que acudió a comprar boletos para los distintos sorteos que tienen lugar diariamente y a adquirir décimos para el Sorteo de El Niño, repetían incesantemente “va a tocar el Gordo, va a tocar el Gordo”.

Una vez que se conoció el 72897, después de que los empleados y la familia González corearan “el Gordo ya está aquí”, el sorteo pasó a un segundo plano, aunque faltaban por conocer algunos premios, entre ellos el 43831 que cerró la lista de los obtenidos por La Chasnera. Se trata de un lugar en el que, como reconoce José Miguel González, “compra no solo gente del sur de Tenerife, sino que a nosotros acuden de todas las islas, vienen de la Península a comprar y desde allí nos piden que les enviemos”. No siendo una administración de loterías, sino un despacho mixto, se trata del tercer establecimiento del país que más vende Lotería de Navidad, superado solo por Doña Manolita (Madrid) y La Bruixa d’Or (Sort, Leida).

La explicación al éxito que tiene esta gasolinera de Granadilla de Abona la dan algunos indicando que a más venta, más posibilidad de que toque; a más premios, más ventas. Este año del coronavirus, esas ventas disminuyeron en La Chasnera. A pesar de todo, “anoche (por anteanoche), la cola era muy larga, no tanto como otros años, pero sí que era larga”. Algo similar ocurrió en Las Zocas, en la denominada estación El Ramonal, que ayer se estrenó en el Sorteo de Navidad con el 43831, el último de los quintos premios, que también cayó en La Chasnera.

Alcalde talismán

Mientras transcurrían las horas y no se conocían los números agraciados con los premios importantes, hubo quien echó en falta al alcalde de Granadilla de Abona, José Domingo Regalado, a quien atribuyeron la condición de talismán porque en los años anteriores salió el Gordo mientras el regidor visitaba la estación. “Siempre he dicho que los protagonistas son ellos”, dijo ayer tras departir con la familia González. Regalado llegó cuando ya el sorteo había concluido y mostró su agradecimiento al empresario “porque lo que hacen contribuye a promocionar el nombre de Granadilla de Abona. Naturalmente que los tengo que apoyar, pero aquí los protagonistas son ellos”.

La llaman “la gasolinera de la suerte”, o “de la fortuna” o “de los premios”. Lo cierto es que ya son ocho años consecutivos repartiendo dinero entre los miles de décimos (aseguran que no los tienen cuantificados) que venden en la Isla y en el exterior. Ayer ratificaron el éxito de su fórmula como empresa familiar centrada en desarrollar un modelo de trabajo que les está dando resultados positivos en lo económico y en lo social.