“Compré un décimo de la lotería de Navidad sin darme cuenta y al final salió premiado”. Quien habla es Nita Haxhijaj, dependienta del bazar y administración de loterías del barrio de San José del Álamo, en Las Palmas de Gran Canaria. Hace un par de días escogió varios números para la Lotería Nacional de los jueves para jugar con su peña –formada por unas 50 personas, no recuerda bien– y al final resultó que entre los décimos que tenía entre sus manos había uno del 86896, el cual resultó premiado ayer con uno de los quintos premios del sorteo de Navidad –60.000 euros a la serie y 6.000 el boleto–. Tocan a 120 euros por cabeza, pero aún así un pellizco de dinero siempre es bien recibido. En esta ocasión la suerte esquivó en buena medida Las Palmas de Gran Canaria, pero aún así los niños de San Ildefonso dejaron en la ciudad un regalo de 72.000 euros. El Gordo pasó de largo en este 2020, por lo que la capital tuvo que conformarse con un décimo de uno de los cuartos premios –el 75981– y con siete de dos quintos, eso sí, bien repartidos por la geografía municipal. De estos últimos, seis boletos corresponden al 86896 y fueron vendidos en administraciones de San José del Álamo, Triana, Mercado de Vegueta, Primero de Mayo, Escaleritas y La Minilla. Y ya pasadas las 12 del mediodía, un otro quinto premio, el 43831, volvió a caer en la avenida Primero de Mayo.

Mientras, la suerte sonrió también a la administración número 19 del Centro Comercial de Las Arenas. En su mostrador se despachó uno de los décimos agraciados con el 75.981, que dejó un pellizco de 20.000 euros.

La fortuna pasó de puntillas por el norte de Gran Canaria, donde solo dejó 72.000 euros. La administración La cigarra de oro, en Santa María de Guía, despachó diez boletos agraciados del 43831, uno de los números que salieron del bombo junto a un quinto premio. La suerte también rozó la Villa de Moya, donde la administración Alazar vendió un boleto de ese mismo número, con el que repartió un pellizco de 6.000 euros.

Finalmente, el municipio lanzaroteño de Haría se convirtió en el más afortunado de la provincia de Las Palmas. Allí se vendió un décimo del Gordo, el 72897, agraciado con 400.000 euros.