Frío, una lluvia fina y unos cuantos despistados... Sobre esos tres vértices maduraron las primeras horas del toque de queda que afectó la madrugada de ayer a una parte del área metropolitana tinerfeña. Los efectivos policiales se dejaron ver, aunque en muchos casos no llevaran activos sus distintivos azules, en una noche en la que las advertencias le ganaron la partida a las sanciones. “¿Usted sabe que no puede estar en la calle?”, repitieron en diversas ocasiones.

Panorámica de la TF-5 a su paso por el puente de Las Chumberas. | | A.G.

“No se vuelva a saltar el toque de queda”. Con esta advertencia despide un agente del Cuerpo Nacional de Policía a la conductora de un Golf blanco que permanece detenido delante de la comisaría de La Laguna. Segundos antes, una unidad de la Policía Local inicia la entrega de un varón con claros síntomas de embriaguez que ha sido arrestado en la calle Carrera. Llueve y el termómetro marca 13 grados centígrados. La madrugada del lunes amenaza frío y no hay rastro de vida, salvo la de un gato oscuro que se deja ver por el tramo de la calle Viana más próximo al Cristo.

Algunas cafeterías de la avenida Trinidad tienen las luces encendidas y entre las rejas se distinguen las siluetas claroscuras de los empleados que se afanan en las labores de limpieza. Los carriles de la TF-5 transmiten reposo, que no ausencia de tráfico rodado, a su paso por los puentes del Padre Anchieta y Las Chumberas. Mayor soledad se percibe en trayecto que une La Higuerita con la Vuelta de los Pájaros: solo el paso del tranvía, que acaba de retomar la marcha en la Cruz del Señor con destino a La Laguna, fractura el silencio de una velada en la que varios taxistas mantienen prendidos sus distintivos de color verde en busca de una carrera para cuadrar las cuentas.

Agentes de la Policía Local de La Laguna realizan un servicio en la Carrera. | | A.G.

Patrullas sin controles

El detención de un varón en La Laguna es la única incidencia policial de relieve con la que nos cruzamos en una ronda que se alarga entre las 23:00 horas del pasado domingo y las 00:45 de ayer.

Ya en el corazón de Santa Cruz la situación no es muy diferente a la que nos encontramos callejeando por Aguere. Bueno sí, cuando atravesamos la Plaza de Weyler el indicador de la temperatura del coche marca 16 grados centígrados. Taxis y unidades de la Policía Local –sin los distintivos azules de posición– son los únicos coches con los que nos cruzamos. Eso sí, la misma lluvia fina que humedecía la Plaza del Adelantado es la que ahora remoja los jardines del Parque García Sanabria.

Una señora pasea a un perro por el entorno del monumento a Franco, un señor asciende la calle Castillo en una patineta eléctrica, un par de peatones transitan por el carril central de la avenida Benito Pérez Armas con una tranquilidad ajena al toque de queda que se aplica por primera vez en Tenerife a partir de las once de la noche... Esas son las tres “instantáneas” más destacadas de una madrugada en la que terminan apareciendo los efectivos policiales de forma contundente: unidades de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía se citan en los exteriores de un negocio 24 horas en busca de un tentempié que “caliente la noche”. No hay controles estáticos programados. Las acciones previstas se resumen en patrullas intimidatorias –las medidas acordadas por el Ejecutivo que preside Ángel Víctor Torres se activaron a las 00:00 horas del 6 de diciembre– para concienciar a los aún despistados de que durante una semana viviremos una situación excepcional, activada con el propósito de frenar el virus en Tenerife.

Salvo los desplazamientos in itinere –del trabajo a casa–, las primeras horas de la madrugada del lunes no dieron demasiada lata a los recursos policiales. Y es que salvo algún que otro caso puntual –relacionado con el consumo de alcohol o la ausencia de un hogar–, las aceras y las vías de La Laguna y Santa Cruz se quedaron “casi” vacías. A falta de conocer cómo evolucionan los próximos días, sola cabe hacerse una pregunta: ¿Esta ronda estuvo marcada por los efectos dominicales o el toque de queda funciona?