Canarias cuenta con 110 rastreadores militares desde hace dos meses en las islas de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura para ayudar en la detección del coronavirus, 80 del Ejército de Tierra, 10 del Aire y 20 de la Armada, y tiene otro grupo de 80 en actividades de formación.

Esta Unidad de Vigilancia Epidemiológica desplegada en Canarias se encuentra integrada dentro del Mando Componente Terrestre (MCT) de la 'Operación Misión Baluarte' y cuenta para su funcionamiento con seis secciones de vigilancia epidemiológica (SVe).

De ellas, cuatro pertenecen a la Brigada 'Canarias' XVI (BRICAN XVI) del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, una a la Armada y una al Ejército del Aire.

Desde el pasado 17 de noviembre en la isla de Tenerife se ha llevado a cabo la activación de un Equipo de Vigilancia Epidemiológica (EVe) constituido por cinco rastreadores militares, para apoyar en los cometidos de rastreo, seguimiento y registro documental de los casos detectados y que se encuentra en fase de integración en dependencias de la Dirección General de Salud Pública en Santa Cruz de Tenerife.

También está previsto la activación estos días de un Equipo de Vigilancia Epidemiológica que realizará sus labores de rastreo en el Centro de Atención Primaria de Corralejo (Fuerteventura).

Aunque esta sea una misión "novedosa", recalcan desde el Ministerio de Defensa en una nota, las Fuerzas Armadas "no parten de cero" y además de la preparación de los rastreadores, cuentan como fortaleza con la experiencia como rastreadores internos en el marco de la 'Operación Balmis' y la relación con las comunidades autónomas, con las que se trabaja habitualmente en las emergencias.