A finales del siglo XIX, Peguera fue protagonista de un proyecto minero de primera magnitud con la explotación de las minas de carbón existentes en la zona; por aquél entonces casi todo el término municipal pertenecía a Manuel Arumi, y en los años 30 lo vendió a la familia Olano, conocidos también como los condes de Fígols.

En el año 2003, la familia Olano vendió este núcleo abandonado al jeque Butti Bin Maktoum Bin Jima Al Maktoum de Dubái con la intención de transformarlo en un complejo turístico de lujo, tal como podemos leer en Microsoft Bing. Pero tras encontrarse con varios palos en las ruedas, en 2015 decidió ponerlo a la venta. El alcalde de Fígols, municipio al que pertenece este núcleo deshabitado es consciente de que el jeque busca inversores, pero nunca se ha cerrado un proyecto firme. El municipio cuenta con 45 habitantes, y han ganado 3 gracias a la pandemia del coronavirus.

Varios posibles inversores se han interesado en comprar este núcleo abandonado y deshabitado, ofertado por 7 millones de euros, pero los proyectos no han dado los frutos que el jeque y la población de Fígols esperan. La totalidad de la finca en venta es de aproximadamente unas 1.800 hectáreas, y para satisfacer el capricho del jeque, se tuvo que contactar con una treintena de descendientes de los condes y así cerrar la venta de estos terrenos que ahora nadie quiere comprar.