El ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó ayer que España ha cumplido con la “obligación mínima” de prepararse ante la llegada de las primeras dosis de la vacuna contra la covid-19 y subrayó que en este asunto, para él, “no hay ideología que valga”.

Así lo aseveró en su comparecencia en el Congreso después de que el diputado de Vox Juan Luis Steegman le advirtiera de que su grupo va a vigilar que “no haya otro pacto de la vergüenza con los separatistas” y que las inyecciones contra el coronavirus “se conviertan en otras 30 monedas de plata”. Illa compartió con el parlamentario que “las vacunas salvan vidas” y que hay que confiar en las agencias regulatorias. “Me fío de las agencias regulatorias y vamos a salvar vidas. Punto. Esto me parece que tiene que ser un empeño común, porque en España vivimos todos juntos, usted que piensa una cosa, el señor de Bildu que piensa otra, uno que quiere independizarse y otros que queremos que sigamos juntos, pero todos nos tenemos que vacunar y todos nos tenemos que salvar”, resaltó.

Steegman recriminó al ministro que el asunto de la vacuna de la covid “es el cuento de la lechera” y que la estrategia que presentó ayer a las comunidades obvia “detalles importantísimos”, como saber cuántas personas van a recibir las inyecciones en cada una de las tres etapas contempladas.

En ello coincidió Ana Pastor, del PP, que le afeó que el plan no detalle no solo el porcentaje de población que se inmunizará en cada una de las tres fases que dibuja, sino tampoco cómo afrontará la Atención Primaria esta estrategia y si el tipo de vacuna que recibirá cada ciudadano se decidirá de forma aleatoria.

El ministro insistió en que España ha cumplido con “la obligación mínima” de “preparar las cosas para cuando llegaran las primeras dosis”, que –calcula– será en enero y que, según la estrategia, irán a parar en una primera etapa a los usuarios y personal sanitario y sociosanitario de residencias y centros de discapacidad.

El ministro reiteró que España tendrá dosis para todos y defendió la plena capacidad de nuestro país para vacunar. “Tenemos un país acostumbrado a vacunar”, resaltó.