Celebrar las reuniones familiares en pequeños grupos, no bajar la guardia respecto a las medidas de distanciamiento, higiene y mascarillas, y testar a los jóvenes y otros canarios que retornan a las islas para evitar un incremento de brotes familiares. Estas son algunas de las claves que aportan los miembros del comité asesor del Gobierno Autónomo en la crisis sanitaria del coronavirus. Siendo actualmente una de las comunidades con menos incidencia de la Covid-19, los expertos apelan a la responsabilidad ciudadana y el sentido común de toda la población porque “Canarias se la juega esta Navidad”, advierten.

Beatriz González López Valcárcel, catedrática e investigadora en Economía de la Salud de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, miembro del Comité de expertos que asesora al Gobierno canario sobre la pandemia de la Covid-19, pone el acento en que la población tome conciencia de que este año van a ser unas fiestas “excepcionales”, y que lo importante no son las reuniones familiares, sino garantizar la seguridad de todos los seres queridos. “En una palabra, la clave de estas navidades es sacrificarnos. A estas alturas no podemos pretender que nada ha pasado y que estas son unas navidades normales, porque no lo son. Las reuniones familiares masivas, de varias burbujas tenemos que dejarlas para el año que viene”.

Celebrar las reuniones familiares en pequeños grupos, no bajar la guardia respecto a las medidas de distanciamiento, higiene y mascarillas, y testar a los jóvenes y otros canarios que retornan a las islas para evitar un incremento de brotes familiares. Estas son algunas de las claves que aportan los miembros del comité asesor del Gobierno Autónomo en la crisis sanitaria del coronavirus. Siendo actualmente una de las comunidades con menos incidencia de la Covid-19, los expertos apelan a la responsabilidad ciudadana y el sentido común de toda la población porque “Canarias se la juega esta Navidad”, advierten.

Beatriz González López Valcárcel, catedrática e investigadora en Economía de la Salud de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, miembro del Comité de expertos que asesora al Gobierno canario sobre la pandemia de la Covid-19, pone el acento en que la población tome conciencia de que este año van a ser unas fiestas “excepcionales”, y que lo importante no son las reuniones familiares, sino garantizar la seguridad de todos los seres queridos. “En una palabra, la clave de estas navidades es sacrificarnos. A estas alturas no podemos pretender que nada ha pasado y que estas son unas navidades normales, porque no lo son. Las reuniones familiares masivas, de varias burbujas tenemos que dejarlas para el año que viene”.

La experta considera que el debate no está en si se reúnen seis o diez personas, sino en la responsabilidad ciudadana. “En realidad casi que el número es lo de menos, porque lo importante es que estas reuniones serán dentro de las casas, y no hay forma de meter un policía dentro. La única solución es la conciencia nuestra como ciudadano y responsable de nuestra familia”.

También destaca la vulnerabilidad de Canaria respecto al alto volumen de movilidad que se producirá entre comunidades durante las fechas navideñas. “Es inevitable que en las navidades se viaje a ver a familiares que están lejos, y esto a Canarias le viene muy mal porque tiene todas las de perder y ninguna que ganar. Nosotros en relación con otras comunidades estamos en una incidencia de la Covid-19 de uno a diez, la desproporción es brutal. En Gran Canaria, por ejemplo estamos en 37 y hay comunidades que están en 500. Cuando la relación es así, nosotros somos los que tenemos que perder porque la manzana podrida pudre a las otras de la cesta pero la manzana sana no cura a las que están podridas”.

Asegura que una de sus máximas preocupaciones es la vuelta de los jóvenes canarios a sus casas por Navidad, desde regiones, donde las tasas de incidencia son muy altas. “Es super necesario que todos como comunidad hagamos un esfuerzo para que estos jóvenes se hagan la PCR y vengan limpios. Nos la jugamos ahí, y mucho más en Canarias que en comunidades que ya están contaminadas. Incluso recomienda que, con la PCR negativa, “los primeros días sean sensatos y no salgan a ver a los amigos a Vegueta por la noche”. La catedrática de la ULPGC pide prudencia a los jóvenes, sobre todo cuando se reúnan con familiares más vulnerables al virus. “Las navidades son celebraciones intergeneracionales y el peligro podría estar en que un joven sano sin síntomas le de un beso a su abuela, porque podría ser el beso de la muerte. Es triste pero es así, no podemos bajar la guardia”.

"La clave es sacrificarnos, porque estas no son unas navidades normales", indica Beatriz González

El portavoz del comité de expertos en Canarias, Lluis Serra Majem, advierte de que las fiestas masivas no van a ser posibles este año, y calcula que el máximo de personas por reunión estará entre seis y diez. “Sobre todo hay que apelar a la responsabilidad porque estas son unas navidades singulares, las únicas que pasaremos así, porque esto se va a ir resolviendo a lo largo del 2021”.

El catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULPGC también insiste en garantizar un retorno seguro de los canarios que viven fuera. “Aunque seamos diez, si uno ha venido de Madrid o de Escocia y viene infectado y no tomamos las medidas adecuadas, puede provocar un brote familiar y amargar las fiestas”. Asimismo señaló un aspecto a tener muy en cuenta, “en las celebraciones se suelen poner tapas o platos para picar y compartir, y eso este año no se puede hacer porque son un punto de contagio importante”.

Finalmente Serra hizo hincapié en que la prioridad este año es la protección de los mayores. “Si tras una reunión con los abuelos, caen enfermos, esta Navidad la vamos a recordar toda la vida, y de lo que se trata es de que pase rápido y que no la recordemos”.

Para otro de los miembros del comité de expertos, el catedrático de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULL, Antonio Sierra, las claves son tener responsabilidad y cumplir con las medidas elementales -mascarilla, distancia e higiene-. “Se nos plantea una tradición familiar, que son las cenas de nochebuena, fin de año y la comida de Navidad. La posición del gobierno estatal es de un máximo de seis personas, y otras comunidades hablan de diez. Mi pronunciamiento, con la cabeza y no con el corazón, porque esto nos afecta a todos, es que incluso en Canarias donde hay menor incidencia, sean seis personas máximo, porque no hay espacio en la mayoría de las casas para respetar la distancia interpersonal del metro y medio”, apuntó.

Sierra no comparte la preocupación sobre los canarios que retornan a las Islas desde otras regiones con más incidencia. “Los viajeros han representado muy pocos casos en la totalidad de la pandemia. Me preocupa más las reuniones en domicilios, tanto de familiares como de amigos, y los botellones, porque son la mayor causa de contagios, más que los viajeros, en Canarias y en La Península. Seamos prudentes con los que retornan, pero el problema va a estar con las reuniones y el incumplimiento de medidas, como la distancia social”, concluyó.